Paco Chaparro no ha escondido nunca su deseo de continuar en el Betis, toda vez que a sus 65 años ha cumplido el sueño de dirigir al equipo de su vida en Primera División y en el año de su centenario. Pero el trianero, que en otras ocasiones sí habló de cómo sería su futuro en la entidad, prefiere aparcar cualquier cuestión relativa a la misma hasta que la permanencia esté prácticamente encaminada.

Chaparro no quiere distracciones en los próximos encuentros, que cataloga como decisivos para escapar definitivamente de la zona baja, y, de hecho, prefiere no atender entrevistas personales o cualquier declaración pública, salvo las obligadas de las previa de partido, hasta el mes próximo. ¿El motivo? El entrenador se ha propuesto llegar al menos a los 38 puntos en los próximos cuatro encuentros, lo que dejaría prácticamente encarrilada la permanencia.

Ahora mismo las miradas del técnico se centran en el Athletic y así se lo ha hecho saber a los jugadores. Una victoria ante el conjunto vasco dejaría al Betis en una situación inmejorable para conseguir el objetivo y le haría afrontar con mucha más comodidad sus siguientes encuentros ante Osasuna y Barcelona. Ése es uno de los motivos por los que el técnico no quiere escuchar las palabras futuro o renovación en su entorno y se centra únicamente en el presente más inmediato. Una vez que consiga acercarse al objetivo, su discurso irá tomando forma

Si el Betis lograra sumar los puntos que el técnico pretende en los cuatro próximas jornadas, la salvación podría quedar prácticamente finiquitada en el domingo de Feria, cuando recibe al Levante en Heliópolis. Ése es el otro gran objetivo del técnico bético: dejar la permanencia casi cerrada un mes antes de la finalización del campeonato.

Los pensamientos de Chaparro están en consonancia con las declaraciones públicas de la entidad. Lopera ya señaló hace diez días que no hablaría de renovaciones, incluidas tanto la del técnico como las de los jugadores, hasta que estuviera sellada la permanencia. Un asunto bien distinto es que el máximo accionista se mueva en el mercado para tener más cartas en la manga, algo habitual en sus negociaciones.

Lopera se vio ayer con el técnico durante casi una hora y el máximo accionista se mostró cordial, lanzándole un mensaje de tranquilidad en cuanto a su futuro, aunque esto no le garantiza a Chaparro ser el primero en la lista de una hipotética negociación. Este periódico adelantó el miércoles los contactos con el entorno de Unai Emery, algo que el club desmintió ayer a través de su director deportivo, Manuel Momparlet, con la intención de no meter más presión al actual entrenador de la primera plantilla bética, pese a que los contactos entre las partes han existido.

"Que no quepa la menor duda de que confiamos en Chaparro y estamos súper contentos con él. A Unai Emery lo han metido en muchos equipos, pero no tenemos nada que ver. Es normal que en estas fechas salgan nombres de entrenadores, pero estamos contentos con Paco Chaparro", comentó Momparlet, quien no concretó más el futuro del técnico.

El pulso entre Lopera y Chaparro deberá esperar, al menos, hasta el mes próximo, fecha en la que el técnico quiere tener perfilada la permanencia. Sus últimas declaraciones sobre su futuro, de las que posteriormente se arrepintió, lo han hecho reflexionar y ahora prefiere guardar silencio. Su mensaje es claro y sólo pasa por lograr los puntos necesarios para sellar la permanencia en el próximo mes y, a partir de ahí, negociar su contrato. Pero siempre contando con Lopera.