Enzo Maresca, uno de los nuevos capitanes de la primera plantilla del Sevilla tras la marcha de Martí y una de las voces más autorizadas del vestuario nervionense, fue el primero en salir al paso a la crítica que hizo Jiménez a los jugadores después del partido en Getafe. El italiano le restó importancia a las palabras de su entrenador y lo resumió todo alegando "un calentón" por "como se había perdido el partido".

"Cuando pierdes un partido como se perdió el de Getafe, es normal que el entrenador se pueda calentar y decir lo que piensa. Yo también me hubiera calentado en su situación. En ese momento, él estaba nervioso y muy enfadado porque no se puede empatar en el minuto 90 y que pierdas el partido en el descuento. Pero no le doy importancia a sus palabras. A lo que sí se la doy es a lo que pasó sobre el campo", afirmó Maresca.

El centrocampista del Sevilla, que no fue titular en los dos últimos partidos oficiales, aseguró que el problema del equipo no radica en problemas con el técnico o en conflictos dentro del propio vestuario: "Cuando las cosas no salen bien se intenta buscar un responsable. Se suele decir que hay un problema con el entrenador o con el vestuario. Yo hablo mucho con mis compañeros y no he visto ningún problema en el vestuario. Simplemente veo una mala racha de resultados". "Ahora lo que hace falta es unión, porque de lo contrario será más difícil de solucionar", añadió.

Para finalizar, Maresca descartó que los malos resultados sean consecuencia de una mala preparación física: "No creo que sea un tema físico porque el equipo se encuentra bien. Nos estamos volviendo locos buscando el porqué. Hay momentos en el fútbol que pasan cosas y no las entiendes".