Con la salida de Mark González prácticamente cerrada por unos 6,5 millones de euros más una cantidad por objetivos (ése es uno de los flecos que ha retrasado la operación en los últimos días), el Betis ha reactivado el plan B dispuesto por Antonio Tapia a principios de verano, cuando apuntó el nombre de Nacho como una de sus preferencias.

El técnico bético entiende que con el fichaje del jugador del Getafe se podrían completar varias posiciones, ya que lo conoce a la perfección de su etapa en el Málaga, donde lo utilizó en las dos posiciones de la banda izquierda e incluso como medio centro. La operación quedó entonces en punto muerto, a la espera de que el club realizase algunos descartes, algo que ahora se produce con la marcha de Mark.

Las conversaciones entre Manuel Momparlet, director deportivo verdiblanco, y Gregorio Fonseca, agente del jugador, ya se han sucedido, aunque todo está a expensas de que se cierre definitivamente el traspaso del extremo chileno, a la vez que el Getafe permita una salida a bajo coste de su jugador.

El propio Nacho, junto a otros jugadores como el malaguista Juanito, pasó unos días en Sevilla este verano en el Centro de Alto Rendimiento para afinar su preparación de cara a la incipiente temporada. El deseo de Tapia de contar con Nacho es claro y los contactos ya existen entre las partes.