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Sin opción en la vuelta

  • El CW Sevilla cayó en Barcelona ante un Molins de Rei que aprovechó los contraataques para lucirse

Un jugador del Club Waterpolo Sevilla se alza en el agua para probar el disparo a la portería.

Un jugador del Club Waterpolo Sevilla se alza en el agua para probar el disparo a la portería. / josé ángel garcóa

El Club Waterpolo Sevilla-Emasesa se quedó a un paso del ascenso. El salto a la División de Honor habría sido sin duda uno de relumbrón con el que premiar a un club que se supera año tras año a pesar de las dificultades económicas que atraviesa. Y no pudo ser. El Club Natación Molins de Rei fue superior en la eliminatoria (3-5 en la ida y 11-7 en la vuelta para un global de 16-10) y se proclamó justo vencedor para conservar la categoría en la categoría reina, aunque no fue porque el equipo sevillano no pusiera toda su alma ni a causa de alguna reserva. Se dio todo y se perdió.

El Molins de Rei, que ocupó la penúltima plaza en la División de Honor en la temporada regular recién concluida, se mostró durante la eliminatoria como un equipo muy experimentado, con unas hechuras equivalentes a las del equipo entrenado por Tano Ordóñez. Entre las virtudes entrevistas sobre el agua de la Piscina Municipal constaron las ofrecidas durante la temporada: una enorme resistencia física y una admirable capacidad de armar contraataques con vertiginosa velocidad.

Comenzó ganando en el primer cuarto el conjunto barcelonés, sin embargo, por lo estático. Frente a un público que apoyaba enfervorizadamente, el comienzo indicó la misma inercia vencedora que se repetiría a lo largo del encuentro, al menos mientras existió como evento competitivo, y terminó ganando 3-1.

El equipo sevillano aguantaba con aplomo las embestidas barcelonesas. La tranquilidad consistía en que la desventaja de la ida, dos goles, no era en absoluto imposible de remontar. Al final de este primer cuarto, en cambio, ya sería de cuatro goles. El acierto desde los cinco metros de los locales fue decisivo en este periodo inicial.

Más igualado fue el segundo cuarto. El CW Sevilla afinó en defensa y funcionó, tanto que funcionó. La presión rival aminoró y el equipo sevillano comenzó a hacer su juego. Los tantos de Nacho Rodríguez y de Víctor Calderón redujeron la ventaja de Molins de Rei, que se fue al descanso con un 4-3 a favor. Y todo un mundo por delante.

El equipo catalán no quería sorpresas y apretó tras la reanudación, periodo, el tercero, en el que la escuadra con sede en las piscinas de Hytasa comenzó a acusar el cansancio acumulado. Varios errores en la posesión propiciaron que se desatara la especialidad de Molins de Rei, el contraataque, lance con el que prácticamente sentenciaban el choque (9-4).

En el último cuarto, con la eliminatoria perdida, el CW Sevilla se dedicó a jugar y divertirse. Una mejor defensa y presión en el centro, unido a la menor tensión del adversario, devolvió el control sevillano, aunque el partido había perdido ya el interés.

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