Banca cívica - gescrap bilbao básket · la crónica

El pánico lleva al dolor (108-110)

  • El Banca Cívica tira por la borda el triunfo ante un rival mermado tras errar en las decisiones finales y caer en la segunda prórroga. La desconfianza de algunos jugadores deriva en pavor.

El partido estaba ganado. Seguro que pensó eso la plantilla del Banca Cívica, incapaz de imaginar que tras los alocados minutos finales era tiempo de jugar con la cabeza. No lo hizo, ni tampoco cometió falta Calloway a Jackson en el centro de la pista estando tres arriba y a falta de un par de segundos, tiempo suficiente para que el eléctrico base de negro buscara el apoyo de Mumbrú y éste destrozara el invento con un triple lejano, central y sin oposición. Empate a 79 con la bocina dictando el final de los 40 minutos.

El Banca Cívica se equivocó el día en el que lo tenía todo de cara. El Bilbao Básket vino con un cabreo imponente, como hizo ver Katsikaris antes y después del duelo, por apenas tener descanso tras sus dos batallas en Moscú, el equipo sevillano venció por ocho en Miribilla, jugaba en casa, descansado, y si derrotaba a los vascos, conseguía el plus del average particular. Pero le pudo la presión, el pánico se adueñó de algunos jugadores, desprovistos de confianza, y desde el inicio no se estaban cumpliendo los planes previstos por mucho que dominaran los locales.

Terminar el primer periodo con ventaja está bien, aunque acabarlo con 31-28 no es buena señal a tenor de que la propuesta mayormente ofensiva pertenece al contrario mientras que la virtud hispalense pasa por dejarse la piel atrás. En fin, no pasaba de anecdótico a esas alturas de envite, pues en el segundo acto se equilibraron las filosofías al concluir con un 12-7 para los de casa, parcial obviamente fraguado gracias a la labor eminentemente defensiva. Los cajistas se marcharon al vestuario igualando la máxima ventaja hasta entonces: 43-35. Había dos alternativas entonces; bien el Banca Cívica reventaba a su mermado oponente en la reanudación y rompía el choque, bien se agarraban a él gracias a su calidad los visitantes. Ocurrió, lástima, lo segundo. Los locales, sin apenas peligro interior por tener su día malo Paul Davis, enfadado con el mundo, se obcecaron con el triple y el Bilbao, sin embargo, se puso a jugar sacando tajada de las continuas pérdidas de los de magenta y las faltas del pívot de Rochester -tres en otros tantos minutos y cuatro en total en el minuto 25-. Bogdanovic sostenía al equipo con sus lanzamientos de tres, pero el serbio se fue apagando poco a poco, sufriendo él mismo la fatiga que debían tener los contrarios. Total, un par de canastas de Grimau dejaron el marcador en 58-56. Partido nuevo a falta de 10 minutos, que luego fueron 20.

Calloway tomó el relevo del serbio, aunque permitió que le cogiera gusto al choque su par, Jackson. Katsikaris tiene en Josh Fisher a un hombre de reparto, pero con su plantilla tan cascada dio un papel protagonista al base-escolta, excepcional en defensa y letal en ataque con dos triples. Él empató a 61 y el Bilbao se vino arriba, olió la sangre y eso pudo más que el dolor muscular. Otra vez Fisher y luego Jackson obligaron a pedir tiempo a Plaza (61-65). Nadie quería la responsabilidad y apareció puntualmente Urtasun y también English, que ayer sí compartieron cancha. Lo malo era que el Banca Cívica ya sí iba a remolque después de gozar de varias ventajas previamente.

En el tira y afloja las rentas bilbaínas oscilaban entre uno y tres puntos. Urtasun falló solo un tiro lateral a dos metros. Nervios: 69-70, minuto 38. A un error de D'or Fischer le siguió un triplazo de un English muy enchufado: 74-72.

El desprósito se hizo carne entonces. Fischer fue taponado y Calloway perdió el balón ante el pillo Raúl López, pero Jackson se llevó otro gorro. Balón cajista. A 22 segundos, quinta de Grimau. Acertó con los dos Urtasun (76-72) y el navarro se precipitó al hacer una falta muy rápida a Vasileiadis (76-74). Más lío. Personal a Calloway, cero de dos, aunque en el enredo vuelve el balón a él, que recibe otra falta. Anota uno: 77-74. Tepic mandó a la línea de 4,60 a Jackson a ocho segundos: 77-76. Apenas corrió el tiempo y Bogdanovic, un seguro en la personal, falló los dos, pero hubo falta a Triguero, que acertó a seis segundos: 79-76. Mumbrú heló San Pablo con el triple, que recordó al que Halperin le clavó al Real Madrid de Plaza para empatar en aquellos cuartos de la Euroliga.

En la primera prórroga salvó los muebles English con un triple a nueve segundos que equilibró el choque a 91. Pero en la segunda, el pánico a ganar y las malas decisiones tomadas pasaron factura y el Bilbao infligió la decimotercera derrota al Banca Cívica, un revés que hace mucho daño, más de lo que se piensa. Pánico y dolor.

Ficha técnica:

108 - Banca Cívica (31+12+15+21+12+17): Calloway (19), Jasen (10), Urtasun (13), Triguero (6), Bogdanovic (24) -cinco inicial-, English (17), Davis (6), Satoransky (2), Rubio (6) y Tepic (2).

110 - Gescrap Bizcaia (28+7+21+23+12+19): Hervelle (5), Blums (3), Mumbrú (14), Fischer (10), Jackson (24) -cinco inicial-, Banic (17), Vasileiadis (11), Grimau (11), López (5), Mavroeidis (0) y Fisher (10).

Arbitros: Arteaga, Sánchez Monserrat y Castillo. Eliminaron por cinco faltas a los locales Paul Davis, Triguero y Calloway, y a los visitantes Hervelle, Grimau y Fischer.

Incidencias: Partido disputado en el Palacio Municipal de los Deportes de San Pablo ante unos 5.000 espectadores.

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