El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), reunido este martes en Madrid, decidió sancionar con un partido al entrenador del Osasuna José Ángel Ziganda por su agresión al delegado del Sevilla a la conclusión del encuentro del pasado sábado en el estadio Sánchez-Pizjuán. Al tiempo, el sevillista Adriano recibió igual castigo por lanzar el agua contenida en una botella al zaguero de Osasuna Azpilicueta en plena tángana.

Ziganda, que también fue amonestado en el minuto 53 por realizar observaciones al colegiado del encuentro, Iturralde González, se disculpó a la conclusión del encuentro por su acción, lo que se considera atenuante, y de este modo evita una sanción que podía haber sido mayor.

El Comité consideró merecedor del mismo castigo de un partido de suspensión al sevillistaa Adriano, que lanzó el contenido de una botella de agua sobre un rival a la conclusión del encuentro cuando la tangana era ya una realidad sobre el césped del estadio Sánchez-Pizjuán.

Competición decidió dejar sin efectos disciplinarios la segunda amonestación arbitral mostrada a tres minutos del final al centrocampista Javi García, que el colegiado le mostró por jugar supuestamente con la mano, cortando la posibilidad de ser jugado por un adversario. De este modo, Javi García se queda sólo con la amarilla que le mostraron en el minuto 19 por derribar a un contrario y podrá jugar la próxima jornada. No se libran del partido de sanción los osasunistas Dady, por acumulación de amonestaciones, y Josetxo, que vio dos amarillas en el Sánchez-Pizjuán.