En la ciudad de Cacak, en el centro de Serbia, debe de haber una cesta mágica y recóndita en la que, quien tira, se transforma automáticamente en jugador de baloncesto. Y bueno. En esa ciudad nacieron gente como Dragan Kicanovic o Slobodan Gordic; en una generación posterior Zeljco Obradovic y Radisav Curcic y, más tarde, Uros Tripkovic, y Marko Marinovic. El último gran talento salido de aquel núcleo lleva por nombre Nikola Radicevic.

Radicevic alcanza hoy los 75 partidos en la ACB. El base serbio llegó a Sevilla en la temporada 2012-13, procedente de las categorías inferiores del Partizán de Belgrado, muy próxima a su Cacak natal. En sus dos primeras campañas en Sevilla ya disputó algunos partidos con el primer equipo, aunque su gran explosión llegó en la temporada 2014-15. Sólo una lesión en la cadera impidió que la pasada campaña fuera su mejor gran año, algo que muchos predecían. Sin embargo, con sólo dos encuentros disputados, no sólo no fue su explosión sino que quizá fue el del gran frenazo.

Este año ha vuelto con fuerza. Sus actuaciones, como las del equipo, van a más. Sin ser un director nato -quizá tampoco tenga la edad para haber desbrozado todas las claves necesarias del juego-, Radicevic destaca por su liderazgo y por su capacidad para decidir en qué momento penetrar o probar el lanzamiento.

Los números que acaudala en los las tres jornadas inmediatamente anteriores -ante Real Madrid, Bilbao Básket y Unicaja- el base serbio firmó una media de 15,3 puntos, 3,3 rebotes y 15,6 puntos de valoración.

En su trayectoria en España el uno sevillano ha firmado 5,5 puntos, dos asistencias, 1,6 rebotes y 4,7 puntos de valoración. Su mejor actuación la cuajó hace dos temporadas en San Pablo ante el Bilbao, un partido en el que logró 15 puntos, cinco rebotes, cinco asistencias y 21 de valoración.

Antes de llegar a Sevilla su carrera se juzgaba meteórica. Habitual de la selección serbia en todas sus categorías, Radicevic guió en el verano de 2012 a su selección a la final del Torneo de Manheim, en el que se alzó con el MVP pese a perder la final frente a la España de Willy Hernangómez, con quien luego coincidió en Sevilla. Aíto García Reneses lo vio y lo pidió para su proyecto de jóvenes en Sevilla, para el entonces Cajasol.

Sus actuaciones en la 2014-15 le sirvieron para ser elegido en el draft de la NBA, concretamente por los Nuggets en la posición 57. En ese draft fueron llamados tres jugadores de la ACB criados en Sevilla. Allí estaban unos tales Porzingis y Hernangómez.