El Grupo Begar y el Estudiantes jugarán mañana con la ventaja o la desventaja de conocer el resultado del Cajasol-Grupo Capitol, partidos a vida o muerte todos, aunque los sevillanos al menos se miden a un rival directo, no como sus oponentes en la lucha por la permanencia, pues los leoneses reciben al líder Real Madrid y los colegiales al Akasvayu del continuo MVP Marc Gasol.

Los de abajo que se preocupen por ellos mismos porque en San Pablo suficiente tienen con curar las heridas propias. En la víspera a la Semana Santa, Sábado de Pasión. Con pasión o compasión puede ser el lema. O el Cajasol se deja hasta el último suspiro en el empeño o forma un lío tremendo y habrá que ir compadeciéndose del equipo.

Pinta cómodo el encuentro y no será así. Fue el presagio también con el Gran Canaria cuando se paseó por Sevilla hace unas semanas y se llevó un inesperado triunfo. Los pucelanos dirigidos por Javier Imbroda podían estar viviendo con tranquilidad si hubieran vencido a Estudiantes en el Pisuerga la semana pasada. La pifia les puede costar caro. Han despertado al conjunto de Perasovic y afrontan encima un calendario con amigos enfrente. Puede ser este compromiso de hoy el más asequible para ellos, aunque andan de capa caída.

Los aficionados cajistas, sufridores natos en las últimas campañas, esperan que Comas y sus soldados se lleven la victoria y respiren con alivio antes de jugar un encuentro adelantado el Miércoles Santo contra el Vive Menorca. Más pasión todavía. Luego, el inexpugnable Palau Blaugrana y vuelta a empezar pero con menos jornadas en juego y con el final del calendario metiendo miedo nada más echarle un ojo: Tau, Unicaja y Real Madrid.

El meneo o repaso que sufrió el Cajasol en Badalona pudo deberse, además de por la calidad evidente del contrario, a la relajación hispalense por considerar que el Joventut juega otra liga, una competición en la que los equipos disputan los títulos. Si así hubiera sido, aun no estando bien ni ser algo como para estar orgulloso, ahora toca un partido en el que la necesidad de vencer es prioritaria porque asomas la cabeza para captar aire más limpio y encima mete en la guerra a un Grupo Capitol que cuajó una estupenda primera vuelta.

Obviando que la defensa es el baluarte fundamental de cualquier equipo para sonreír al final de los partidos, hay que tirar del acierto en la línea exterior hispalense para hallar la principal fórmula de romper la estrategia pucelana. Al no haber una batería interior de calibre, el 80 por ciento de los ataques locales serán finalizados con un tiro desde el perímetro, contando que Kakiouzis juega de cara y Bueno tiene querencia por el lanzamiento a cuatro o cinco metros.

Será Ellis, en un estado de forma excepcional, quien tome el mando de las operaciones. Habrá que ver si es seguido por Miles, por un Bennett que se desquició con los colegiados en Badalona, por un Miso que tiene que volver a aparecer y por un Ignerski que tiene toda la confianza de Comas para sacar ventaja en el puesto de alero alto. Ahí se las verá con Joao Santos, al que debe derrotar en el mano a mano.

Ellis no tendrá sólo el encargo de destrozar con sus triples el aro vallisoletano, sino también parar al mejor hombre del grupo de Imbroda: Joseph Gomis. El galo anota y anota, aunque flaquea en defensa. También habrá que tener en cuenta al rejuvenecido Yebra, otro peligro desde la línea exterior. Eley, con su fuerza física, Boddicker, con su juego mirando al aro, y el reincorporado Evtimov, un peligro en su regreso a San Pablo, son los pesos pesados del juego interior para Imbroda.

La palabra derrota, vinculada por tanto a compasión, no entra en el léxico cajista para este encuentro. Con pasión, garra y espíritu este partido debe quedarse en casa. Sí o sí.