Fútbol l Copa Coca-Cola

El patio del colegio se les queda pequeño

  • La Copa Coca-Cola finalizó con una gran jornada en el Estadio de la Cartuja

La sexta edición de la Copa Coca-Cola, que contó con la asistencia de 1.800 colegios durante nueve meses de competición, puso ayer el broche final en el Estadio de la Cartuja, donde se vivió una jornada cargada de ilusión que tuvo como protagonistas a jóvenes estudiantes de diferentes zonas de España, que saltaron al césped del recinto cartujano para defender los intereses de sus centros.

Empero, el hecho de ganar quedó en un segundo plano, pues todo transcurrió en un ambiente deportivo y sano, tanto en las gradas como en el terreno de juego. Durante el día, se pudieron vivir las dos caras del deporte, la alegría por haber ganado y la tristeza de la derrota, pero siempre con un respeto máximo y sin malos modales. Es más, así lo entienden, incluso, los entrenadores de los respectivos equipos, que apuestan por enseñar a los chicos una serie de valores que cada vez están más perdidos en la sociedad en la que vivimos. Sirva como ejemplo, las palabras de Tonecho Ramos, técnico del colegio coruñés Santa María del Mar: "Este torneo ha sido una convivencia extraordinaria para los chavales, pues se fomenta la amistad y el compañerismo. Lo verdaderamente importante es educar a los jóvenes mediante el deporte".

El discurso del preparador del cuadro gallego había calado en sus pupilos, como lo reflejan las palabras de Chousa, un adolescente de La Coruña que no pudo ocultar su alegría por lo vivido en estos días de estancia en Sevilla: "Esta competición es muy interesante, pues nos brinda la oportunidad de conocer gente de otros sitios del país. Yo he hecho amistad con compañeros de Valladolid y Mallorca, siendo el mejor recuerdo que me llevo".

En las misma línea que Chousa se manifestó Hizham, del colegio Narcis Monturiol madrileño, a pesar de estar afectado por la eliminación de su equipo a manos de los coruñeses: "Es una lástima no haber llegado a la final, pero me quedo con el recuerdo de haber vivido una experiencia muy bonita". Otro chaval que salió casi con lágrimas tras caer en las semifinales fue Pedro, del colegio murciano Saavedra Fajardo, que perdió ante el representante de San Sebastián Ikastola: "Me voy enfadado, pues no han hecho méritos para ganarnos. Hemos tenido ocasiones para marcar, pero no las hemos materializado. Al final, no hemos llegado a la final, pero me voy contento para Murcia, ya que estos días en esta ciudad no creo que los olvide nunca".

Este contraste entre felicidad y tristeza guardó imágenes en las que se demostró la nobleza existente durante toda la competición. Además, en lo referente a lo que se pudo observar sobre el terreno de juego, también sobresalió el talento de algunos jugadores, como el caso del delantero del cuadro vasco Gorka, que acabó el encuentro emocionado: "El gol que he metido ha sido grandioso".

Al final del día, el resto de participantes en la fase final acudieron al estadio para unirse a una bonita fiesta del fútbol y la juventud, una mezcla importante de cara a la formación de los jóvenes.

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