Un solitario y tempranero gol de Rocío resolvió a favor del Betis el primer derbi en la historia de la Liga Iberdrola. Y se marchó de vacío el Sevilla, lastrado por la rápida desventaja pero que peleó hasta el final por cambiar el sino de un encuentro que congregó en la ciudad deportiva Luis del Sol a unos 700 aficionados, demostrando que el fútbol femenino va ganando adeptos en tierras hispalenses.

No tardó el Betis en golpear primero. Rocío Gálvez evidenció una vez más su poderío en el juego aéreo con un remate de cabeza portentoso cuando apenas se habían alcanzado los cuatro minutos de partido. El gol sirvió a las pupilas de María Pry para calmar los nervios propios de un derbi. También, para alegrar a sus aficionados, a los que a buen seguro ayudó a entrar en calor el acierto de la defensora verdiblanca.

Ambos equipos desplegaron estilos diferentes sobre el césped. El Sevilla buscaba más el juego directo. El Betis, conducir el balón hasta la portería rival. Pero salvo en una gran acción individual de Bea Parra y otro remate de cabeza de Irene, poco más relevante hubo antes del descanso por parte local.

Pasados los 20 minutos, y después de que Lucía viera la amarilla, apareció la calidad de Nagore Calderón, que con un pase medido puso a Jenni en boca de gol, sin que ésta encontrara el premio deseado. Ese fue el acercamiento más claro de las de Paco García en este primer tiempo.

Tras la reanudación, las béticas salieron decididas a sentenciar cuanto antes el marcador. Priscila tuvo dos ocasiones para hacerlo, pero fue el Sevilla el que creó más peligro en esta fase del partido con sendos remates de Maite y Jenni sobre la portería defendida por Miriam.

Bea Parra intenta arrebatar el esférico a la sevillista Ali.

Tras este arreón nervionense, el Betis fue dueño del balón y del peligro. No obstante, el segundo tanto se le resistía por más intentos y merecimientos que hicieron las de Pry. Marta Pérez, Paula Moreno e incluso Virgy pudieron sentenciar, pero no fue posible.

Ello mantuvo con vida al Sevilla hasta el pitido final. García movió el banquillo en busca de la igualada. Oliva y Olga aportaron temple y velocidad en el centro del campo y en la banda, respectivamente, al igual que Rocío y Amparito, que fueron las otras dos jugadoras que ingresaron en el terreno de juego.

Precisamente de las botas de la última nació la última ocasión del partido cuando ya se había alcanzado en el descuento, pero su remate se marchó fuera. Un susto que no impidió el merecido triunfo del Betis, que sin duda supo maximizar su ventaja para cantar victoria en un día que pasará a la historia de la Primera División femenina.

El Sevilla terminó en el área del rival, demostrando que no bajaría los brazos antes de tiempo. Pero el 1-1 se convirtió en una quimera, yéndose de vacío de Heliópolis.

De esta forma, el Betis termina la primera vuelta con 22 puntos y ocupando la séptima posición de la tabla, mientras que el Sevilla es decimosegundo con 15.