El Sevilla se está planteando fichar un central en el mercado de invierno por varias razones y una de ellas tiene que ver con Boulahrouz. El central cedido por el Chelsea parece arrojar la toalla y su actitud tiene muy enfadado no sólo al cuerpo técnico, sino que empieza a abrir los ojos de la dirección deportiva.

Ahora mismo, el jugador de origen marroquí -lesionado o sano- no cuenta para nada en los planes de Manolo Jiménez. Boulahrouz se escuda en unas molestias en el pubis que no le acaban de remitir y de las que recayó en Denia para justificar sus malas actuaciones y sus salidas del once cada vez que tiene la oportunidad de jugar y vuelve a mostrar las dudas que ha puesto de manifiesto desde que empezó a ser alineado a las órdenes de Juande.

Boulahrouz no lleva bien que un joven e inexperto central como Fazio le haya ganado el puesto a un futbolista que hasta hace muy poco era habitual en las convocatorias de Van Basten con Holanda. Ha perdido el tren de la selección y empieza a ver lejos la posibilidad de estar en la Eurocopa, una de las razones por las que decidió dejar Londres, donde no jugaba con Mourinho. La consecuencia a día de hoy es que el holandés se ha convertido casi en el séptimo central para Jiménez, que tiene claro que acudirá antes a Lolo y a David Prieto que al futbolista cedido por el Chelsea, a quien ya se le empieza a dejar en los entrenamientos que haga un poco lo que quiera.

La prueba está en la sesión de ayer. Con el parte médico en la mano, Boulahrouz está recuperado y ya se ejercita con normalidad, aunque de vez en cuando se echa mano a la ingle. Mientras todos saltaban unas vallas antes de centrar al área, el holandés iniciaba la carrera por al lado de éstas, aunque lo más significativo llegaba cuando Jiménez dispuso un partido a medio campo en el que, sin los zagueros titulares en Pamplona -Fazio y Mosquera hacían trabajo de recuperación-, Boulahrouz no ocupaba su puesto de central sino que jugaba de delantero. El de Arahal disponía como parejas de los dos equipos a Javi Navarro y David Prieto por un lado y a Lolo y Escudé por otro.

Jiménez ha detectado que Boulahrouz no está comprometido con la causa y le está dando de lado mientras el jugador empieza a pensar que, si quiere estar en la Eurocopa, deberá buscar una solución. Su representante confirmó ayer a este diario que la semana pasada estuvo 4 días -del 25 al 28- en Sevilla interesándose por su situación y hablando con Monchi, aunque de momento no se plantea una salida a algunos de los muchos clubes que, según él, se han interesado y prefiere esperar a que el jugador se recupere. Mientras, Boulahrouz ya ha pedido permiso hace unas semanas para viajar a su país y consultar a un médico de su confianza. Ésa al menos fue la versión oficial...