El ideal de todo entrenador es encontrar el equilibrio de sus equipos, el balance, si se cita el término usado repetidamente por Zan Tabak, técnico del Betis Energía Plus, cuando traduce la palabra del inglés. En el equipo bético, que ha igualado con tres victorias y tres derrotas el mejor registro de las últimas 17 temporadas, el equilibrio consiste en fortificar la defensa, en convertir la zona propia en un avispero incómodo incluso para el mero tránsito.

Frente el Obradoiro, partido que se saldó con la tercera victoria de la temporada, el conjunto verdiblanco fue capaz, por primera vez en seis jornadas, de rebajar de los 80 puntos la puntuación en anotada por el adversario. Y eso que, como admitió el propio técnico croata en la rueda de prensa, los jugadores pecaron de incomunicación en el primer cuarto, lo que propició deficiencias en las ayudas defensivas y el consiguiente bombardeo ofensivo de los compostelanos (21 puntos anotaron en el primer parcial).

Ni ante Estudiantes (82 puntos recibidos), ni contra el Manresa (80), Tenerife (96), Zaragoza (84) ni Barcelona (80) supo el conjunto cajista tapar su aro con la eficacia que logró frente al Obradoiro (74 unidades encajaron los béticos en el último encuentro disputado, lo que contrasta con los 82,7 puntos en contra promediados en las seis primeras jornadas). Con un ataque que fluidificará con Radicevic, el puntal de la defensa se antoja vital.