Sevilla | atlético · informe técnico

Dos puntas y mucho más

  • Forlán y Agüero desarbolaron al Sevilla por su movilidad y calidad en zonas que no competían a los centrales locales · Daniel sólo fue Daniel... de medio centro

Agüero y Forlán le ganaron el pulso a Luis Fabiano y Kanoute. Y no sólo por el balance rematador o goleador. La labor del argentino y el uruguayo donde se gesta el juego para llegar al área, más que en ella, desarboló al Sevilla. Sus movimientos y sus combinaciones hicieron daño lejos de los centrales (ayer lo mejor del Sevilla) y sobre todo por la zona de Daniel. Allí nació el 0-1, como varias jugadas peligrosas, y por la espalda de Daniel irrumpió el Kun para hacer el 1-2. Éste, dos minutos después, cerró el debate provocando a Maresca, que picó.

Defensa

El Atlético salió más agresivo, más metido. Se hizo con el centro del campo y Forlán dio continuidad a los ataques con lucidez. Todos valoran el remate de este jugador, pero su capacidad para repartir juego también es superlativa. Sirvió varios balones en ventaja a Agüero y sobre todo Simao por el costado derecho de la zaga blanca, el que buscan todos confiando en la debilidad defensiva de Daniel. Jiménez debió pensar antes del partido en esa posibilidad ofensiva de los atléticos, pero quizá no contaba con la baja forma de Poulsen, que ni barrió en su zona, ni apoyó como suele al lateral brasileño.

Ataque

El partido empezó torcido para el Sevilla por la actitud atrevida del Atlético nada más sacar de centro y su superioridad en la medular. Se plantó mejor sobre la hierba. Los rebotes, balones divididos y colgados caían casi siempre en botas de los atléticos. Daniel jugó muy incómodo, empezó a crisparse y jamás se asoció con Navas. La alternativa, el balón largo a los puntas, tampoco funcionó. Cuando Daniel ejerció de medio centro, ya con diez, la zaga del Atlético tembló.

Virtudes

Esta vez, los centrales.

Talón de aquiles

No supo maniatar a Agüero y Forlán. Salió frío, sin conexión entre líneas. Cuando reaccionaba, Maresca perdió los nervios...

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