El Dos Hermanas cosechó su séptima derrota consecutiva al caer derrotado a domicilio ante el Cádiz B. El conjunto nazareno nunca se sintió cómodo ante la asfixiante presión de un filial amarillo que pudo lograr un resultado más abultado de no ser por la buena labor del portero nazareno Javi López.

De salida, el Cádiz B comenzó presionando mucho ante el portal del conjunto rojillo. Así, Adrián Gallardo estuvo cerca de adelantar a los amarillos en los primeros minutos, pero su remate vino precedido de un control con la mano. A renglón seguido, y tras un nuevo centro de Miguel, Adrián remató a la cepa del poste y el rebote lo llevó al fondo de su propia portería Miguelito.

Bien comenzaron las cosas para el filial cadista, que siguió dominando ante un equipo nazareno que se defendió con seriedad, aunque sin existir en la parcela ofensiva. Pasada la media hora, de nuevo, los amarillos apretaron de lo lindo y crearon dos claras ocasiones por medio de Adrián Gallardo. Fue el propio delantero amarillo el que, de certero testarazo, colocó el 2-0 en el marcador. Todo le fue bien a los locales, pero la cosa se pudo torcer con la expulsión, por doble amonestación de Rubén Díaz, poco antes de que se llegara al descanso.

Tras el paso por los vestuarios, y pese a que el Dos Hermanas jugó en superioridad numérica, el guión del partido no cambió, siendo el cuadro gaditano el que llevó la manija. Ángel Oliva, técnico del filial amarillo, dio entrada a Bienve y Caballero; y su equipo ralentizó su juego y se gustó en el centro del campo, mostrándose muy serio en defensa sin hacer concesiones a un adversario que disparó por primera vez entre los tres palos en el minuto 83.

Tras esta acción del equipo de Paco Cala, el Cádiz B aprovechó el desfondamiento de su rival para crear hasta cuatro ocasiones clarísimas, salvadas, en el último momento, por el meta visitante Javi López, a excepción del cabezazo a gol de Germán, a dos minutos para la conclusión. Fue el tercer tanto y la rúbrica a un justo y meritorio triunfo de los locales, que de este modo regresaron a la senda de la victoria.

Mientras, los nazarenos volvieron a defraudar y no mostraron síntomas de reacción para poder respirar en la zona baja de la tabla. Es más, con este nuevo tropiezo, el conjunto rojillo sigue muy lejos de lograr su objetivo, la permanencia.