XXXI Maratón Ciudad de Sevilla

El señuelo de los retos

  • El ímpetu por la nutrida participación, el fabuloso clima y el recorrido plano desbocan a los favoritos y el récord de la prueba no se tambalea. Cherono y Costa, ganadores, los más felices.

Divino. Antes de las nueve, con 11.500 almas esperando el disparo que marcaba la salida, todo era divino. El récord de participación, la nutrida legión africana con varias liebres para imponer un ritmo alto en busca de hacer añicos la plusmarca del Maratón de Sevilla, que luce y seguirá luciendo el keniano Lagat (2:08.33), la extraordinaria temperatura, con el sol asomando desde que el día vio amanecer, y el plano trazado hispalense presagiaban una prueba magnífica, repleta de hazañas, pero los favoritos se quedaron sin cantar bingo por el señuelo de los retos. La felicidad va por barrios y hay dos que la disfrutaron de lo lindo, el keniano Lawrence Cherono y la portuguesa Filomena Costa, los triunfadores en el bullicioso Estadio de la Cartuja. 

Desde el primer metro, los atletas fueron a todo gas y el globo perdió aire. Invitaba el escenario a grandes gestas, cierto es, y a por ellas se lanzaron los intrépidos. Alrededor del kilómetro 8, a la altura de la Barqueta, 14 africanos llevaban una marcha endiablada, a 3.01 minutos el kilómetro, con los eritreos Kibrom y Dawit haciendo su trabajo: tirar como motos del grupo. O quizás se excedieron a tenor de los resultados. 

Por detrás asomaban los dos españoles que soñaban con hacer la mínima para el Mundial de China este verano, Pablo Villalobos y José Carlos Hernández. Embarazada de 36 semanas, la esposa del primero, cronómetro en mano, avisaba tras las primeras referencias: "Van muy rápido". Y tanto. En el Arco de la Macarena perdió un par de integrantes el grupo cabecero, entre ellos Yonas Kifle, quien después de perderse a última hora las anteriores ediciones, venía con ganas, aunque duró con los mejores menos de un tercio del recorrido y al momento estaba cojeando. En ese punto, 42.25 era el tiempo de los primeros espadas. 

Mantenían el pie en el acelerador los eritreos (3.02 por kilómetro) tras superar el 18, dos segundos menos cada 1.000 metros que el registro del año previo. De maravilla. Todo comenzó a derrumbarse a partir del medio maratón, justo en la puerta de las instalaciones deportivas de San Pablo, donde este fin de semana descansaba el CB Sevilla. El tiempo (1:03.58) continuaba con la proyección de récord de la cita, teniendo en cuenta que las expectativas eran que los corredores fueran a más en la segunda parte del recorrido. El gozo de todos, principalmente de la decena de africanos que era punta de lanza de la carrera, en un pozo. Villalobos y Hernández, rivales y compañeros, codo con codo, no les iban a la zaga: 1:05.42. Eso sí, ya les empezaba a pesar la fatiga de la dura travesía marcada por la liebre. 

El destrozo, como casi siempre, vino desde entonces. En la Gran Plaza, entre el 25 y el 26, algunos se habrían sentado en La Ponderosa, si no hubiera cerrado hace más de una década la histórica cafetería. El pelotón, entonces, ya estaba desmenuzado, deshilachado. Cherono, a la postre vencedor en su segunda comparecencia en la distancia, se quedó solito con Dawit, el hombre llamado a liderar el Maratón de Sevilla para pulverizar la marca de 2014 y, ojalá, la de Valencia en 2013 (2:07.14). Las hostilidades, que diría José María García, se habían desatado ya y quedaba un mundo, más de 16.000 metros, por delante. Ahí puso pie en tierra Villalobo, exhausto, y abandonó a su suerte a Hernández. 

La Palmera no es precisamente un oasis para los runners. Cherono afrontaba sin apoyo los últimos 10 kilómetros. Por atrás, a menos de 20 segundos, luchaba contra el dolor, contra sí mismo, el gran aspirante sobre el papel, su compatriota Jafred Chirchir Kipchumba, con un estilo destartalado dada su buena estatura, y que tenía a tiro al líder. 

El Parque de María Luisa, su arboleda, dio un respiro a la asfixia de la larga recta previa, con el sol pegando de lleno, aunque poco a poco las esperanzas de obtener grandes marcas se iban esfumando, a pesar del gentío que estimulaba a los corredores cuando se adentraban en el casco histórico. 

Kipchumba nunca dio caza a Cherono, a quien le habría venido de perlas dar zancadas a la vera de la Catedral o por la Campana con su compatriota. El penúltimo esfuerzo fue el repecho de Calatrava antes de cruzar la Barqueta, donde dos grupos rockeros animaban la fiesta a cada lado del puente. Muchos hubieran preferido una marcha fúnebre para envolver el ambiente de sufrimiento total. 

Cherono se adentró en el túnel del Estadio de la Cartuja justo cuando el reloj indicaba 2:08.33, tiempo que Lagat invirtió hace un año. A la poblada tribuna central no le importó el pequeño fiasco y aplaudía a rabiar antes y después de estampar 2:09.39 en el cronómetro oficial. A 47 segundos cruzó el pescuezo por la meta Kipchumba y coronó el podio otro keniano, Bernard Kipkorir, con 2:11.33. Sexto y molido, José Carlos Hernández tuvo un premio poco sólido, el de mejor español, pero con casi 2:17 anduvo realmente lejos de la mínima para el Mundial. 

La carrera femenina sí rompió la hegemonía africana. Filomena Costa aguantó como una jabata a las favoritas y sí cumplió con sus tiempos en las dos partes del maratón: 2:14.04 en los primeros 21.097 metros y 2:13.56 en los segundos. Resultado: 2:28.00. Ese tiempo encumbró a la lusa, mientras que sus dos principales oponentes, la etíope Abebech Tsegaye Bekele (2:33.49) y sobre todo a la keniana Mercy Jelimo (2:34.52), quien se derrumbó en la meta. 

Una hilera de runners desfilaban como hormigas camino de la preciada recompensa con dolores múltiples, sed, tomando algún trozo de plátano para reponer fuerzas... Ellos, los populares que atravesaron la línea de llegada, cumplieron su sueño, pero por delante otros se quedaron muy lejos del objetivo porque el señuelo de los retos en una carrera tan exigente pone a cada uno en su sitio, incluso a un pobre hombre que dijo basta en Tetuán... al lado de una tienda Foot Locker. Cosas del destino.

Lista de los 10 primeros clasificados en hombres y mujeres

Hombres:

.1. Lawrence Cherono (Kenia)             2 h 09 min 40 s

.2. Jafred Chirchir Kipchumba (Kenia)    2.10:26

.3. Bernard Kipkorir (Kenia)             2.11:33

.4. Wenegem Sigat (Etiopía)              2.15:26

.5. Patrick Korir (Kenia)                2.16:06

.6. José Carlos Hernández (España)       2.16:52

.7. Sanbeto Geneti (Etiopía)             2.17:06

.8. Segundo Jami (Ecuador)               2.17:11

.9. Cosmas Kemboi (Kenia)                2.18:41

10. Peter Kipkorir Bomo (Kenia)          2.20:21

 

Mujeres:

.1. Filomena Costa (Portugal)             2 h 28 min 00 s

.2. Abebech Bekele (Etiopía)              2.33:48

.3. Mercy Jelimo (Kenia)                  2.34:52

.4. Rosa Alva Chacha (Portugal)           2.35:29

.5. Marily dos Santos (Brasil)            2.37:25

.6. Marisa Casanueva (España)             2.38:26

.7. Vera Nunes (Brasil)                   2.38:33

.8. Arcia Merino (España)                 2.40:02

.9. Louise Wiker (Gran Bretaña)           2.40:43

10. Joasia Zakrzweski (Gran Bretaña)      2.40:59.

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