Mallorca | betis · el otro partido

Una sociedad ilimitada

  • La conexión entre Pavone y Edu evidencia el mejor, y casi único, argumento de los béticos · Ni las ganas de revancha de Varela pudieron con la 'playstation' bética

El Betis es un equipo atípico. Defiende mal cuando su intención es cubrir su portería y ataca por impulsos, algo que se ha convertido en la esencia de su libro de estilo. Pero ha encontrado una sociedad que le permite huir de las necesidades y con eso le basta para ser un equipo de Primera. Y, como no podía ser menos, su asociación del gol también se ha formado de una manera peculiar, con un brasileño y un argentino que se entienden sólo en movimiento.

Decía Paco Chaparro hace apenas un mes que Pavone acabaría desenvolviéndose con soltura en las inmediaciones del área y el argentino ha correspondido con creces. Su tendencia de caída a la banda izquierda se convierte en sinónimo de peligro, para lo que ha encontrado la colaboración de Edu, el estandarte del Betis. Casi todos los últimos goles del Betis llevan el sello de esa sociedad ilimitada, que no encuentra fronteras para medir su calidad.

Chaparro ha retocado al equipo hasta encontrar la fiabilidad, o al menos lo más cercano a ese concepto en el equipo de las trece barras. Y eso pasa por darle galones a Edu, el mismo que se elevó al santoral del beticismo en Santander y que cada día demuestra su implicación con el equipo. El brasileño empieza a presentar números de récord y siempre de la misma manera. Centro desde la izquierda y aparición suya en el segundo palo. Sus últimos seis goles han sido ejecutados con la cabeza, colocándose como el mejor en esa especialidad en la Liga y siempre con ese estilo Playstation que se encargan de patentar en cada jornada.

Desde la calle Jabugo se empieza a tener claro que el futuro del Betis pasa por contar con Edu, al que se le ofrecerá la renovacióný Pero cuando le interese a Lopera, especialista en alargar los asuntos para su conveniencia. El brasileño sólo piensa en verdiblanco, pero necesita el reconocimiento a dos temporadas ofreciendo la permanencia. ¿Jarni, Finidi? En absoluto, pero en el Betis tampoco los que mandan son los mismos que hace diez años, al menos en su modo de actuar.

Como se decía, la sociedad Pavone-Edu se encargó de devolver el partido al lugar que el Betis buscó desde el inicio, un punto que permite afrontar el futuro con cierto optimismo. Ni la aparición envenenada de un ex bético como Varela pudo frenar las aspiraciones de un equipo que empieza a tener claro lo que representa, lo que no es poco entre los que luchan cada temporada, por desgracia, para salvarse. Varela siempre fue un jugador discutido en Heliópolis, donde no se entendía su querencia ofensiva y se le exigía en otras acciones del juego impropias para sus características. Y el nazareno quiso reivindicarse de la mejor manera posible, siendo un incordio para Damià y protagonizando las mejores acciones del equipo bermellón. Arsenal insuficiente ante la sociedad ilimitada verdiblanca.

Nueve goles avalan a Edu, tres de ellos con asistencia de su socio Pavone, que también ha anotado en seis ocasiones. Una pareja letal, sobre todo para un equipo que tiene la permanencia como objetivo desde el inicio. O eso es al menos lo que pregona el encargado de marcar el futuro de la entidad.

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