Un socio del Barcelona al frente del Real Madrid. La situación es paradójica, pero es la que vivirá el gran clásico del domingo en la Liga en la figura del alemán Bernd Schuster. Millones de espectadores estarán pendientes del gran partido del fútbol español en el Camp Nou y Schuster acaparará buena parte de los focos. Es el partido más importante del alemán en su joven carrera como entrenador, su mayor desafío.

Schuster fue jugador del Barcelona entre 1980 y 1988, suficiente para que José Luis Núñez, su presidente entonces, le entregara el carné de socio del club azulgrana. Lo que probablemente no sabía el entonces mandatario barcelonista es que el alemán acabaría jugando en el Real Madrid.

Lo hizo entre 1988 y 1990, una traición que provocó muchas heridas sentimentales en Barcelona. Y con el equipo blanco conquistó dos Ligas y una Copa del Rey. Paradójicamente, con el Barcelona sólo ganó una Liga en los ocho años que estuvo en el club.

El Real Madrid le dio esta temporada la oportunidad de dar su gran salto como entrenador después de una carrera poco importante y cuyo éxito más relevante lo alcanzó la pasada temporada, cuando llevó al modesto Getafe a la final de la Copa del Rey. Precisamente, el Barça tiene una gran cuenta pendiente con el alemán, pues el Getafe provocó una convulsión en el club catalán al eliminarlo de la Copa en semifinales tras una recordada eliminatoria.

Schuster ya demostró en su etapa como técnico que sabe cómo ganar al Barcelona, aunque fuera en un escenario radicalmente diferente, lejos de la encarnizada rivalidad que viven Barcelona y Madrid. Al mismo tiempo, Schuster nunca se expuso a tantos ojos críticos como los que tendrá el domingo sobre él. ¿Variará su esquema para situar a Gago junto a Diarra? ¿Volverá a dejar a Guti fuera? ¿Será un equipo más defensivo que el de hasta ahora?

Quedan abiertos muchos interrogantes para el entrenador del Real Madrid y socio culé.