Deportes

900 y... ¿subiendo?

  • El Cajasol alcanza una cifra histórica con la meta de derribar a un rival superior, seguir en la pugna por el 'play off' y fortalecer más su proyecto

Lleva en cuestión un par de años, y algunos más, el porvenir del Cajasol, y a mayores dificultades, mejores respuestas; cuanto menos dinero en el monedero, más rendimiento ofrece un equipo que hizo una apuesta pionera en la Liga y que está dando unos resultados excelsos comparando producción y coste. Sólo falta la guinda de arrastrar más público al pabellón, mal endémico en un club que sólo gozó del graderío repleto cuando peleó por los más altos retos. Y de eso ya ha llovido.

Más agua ha caído desde que el 19 de septiembre de 1989 hiciera el Caja San Fernando su debut en la ACB con derrota ante el Puleva granadino. Desde entonces no faltó a una sola cita el conjunto sevillano en la máxima categoría nacional hasta alcanzar los 900 encuentros en la élite, cifra histórica que coronará hoy ante un rival potente, el Herbalife Gran Canaria, que acude a San Pablo para aguar la fiesta a los anfitriones.

En estos tiempos oscuros en los que el baloncesto camina por el precipicio sin que los responsables se pongan de acuerdo para sacarlo del atolladero, el Cajasol ha tirado de imaginación para tratar de convencer al dueño del tinglado de que el asunto es rentable si se gestiona bien. Son nueve centenares de duelos ligueros y... ¿subiendo?, pues se supone, salvo cataclismo, que la vigencia de la entidad debe durar al menos un año más, siempre que Caixabank no ceda los trastos a algún interesado cuya solvencia esté garantizada.

Total, las 13 victorias en 26 jornadas de estos pipiolos hechos hombres a la vera de Kansas City y la frescura del colectivo en muchas batallas de esta campaña son avales de que el proyecto está vivito y coleando. El mero hecho de que el joven escuadrón de Aíto pelee por el play off (nadie quiere echar cuentas, pero más o menos vienen a decir que ganando cuatro de ocho, si uno es al Joventut en casa, la fase por el título se hará carne) es la repanocha, a tenor de que pocos, o casi nadie, daba un euro por estar fuera de peligro a estas alturas. En fin, ya que estamos aquí, que diría aquél, habrá que dejarse el alma por ese sueño de colarse entre los ocho mejores del campeonato.

Sin los lesionados Sastre ni Landry en la convocatoria, no hay duda de que el principal enemigo puede ser la euforia. Los chicos se ganaron los halagos de todo el país por su espléndida actuación en la pista del líder, mayormente Kristaps Porzingis -tocado en el tobillo derecho al doblárselo el jueves-, y tanto dulce jugará en contra si el cuerpo técnico y los jugadores no saben administrar la situación. Eso fue el domingo pasado, en el partido 899 en la ACB; por tanto, agua pasada. La mentalización y la defensa parten como claves. No será empresa fácil manejar a los dos ala-pívots que alinea Pedro Martínez en el juego interior, teniendo en cuenta que Balvin y Hernangómez son más altos y lentos que Nacho Martín y Báez; además, deberán vérselas con un Tavares que con sus 2,20 metros está llamado a hacer grandes cosas. Les pesarán a los isleños las ausencias de Xavi Rey y O'Leary.

Hansbrough, Newley y Beirán se reparten dos plazas en el juego de perímetro y están capacitados para destrozar cualquier defensa, sobre todo los dos primeros. Bamforth, en racha en las últimas semanas aunque renqueante por una microrrotura fibrilar, tendrá que estar atento, igual que Mata, aunque quizás actúe de falso cuatro, Urtasun y Satoransky si juega de escolta. Bellas y Oliver son dos directores sobrios, aunque al segundo le pase factura un poco la larga temporada. En el Caja, el checo, Franch y Radicevic deberán avivar el juego para desgastarlos. Promete este partido 900 y la victoria significaría dar un pasito más en ese milagro que puede obrarse de estar en el play off.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios