Las pruebas de vela comenzarán en los Juego con una figura que sobresale claramente sobre las demás y que tendrá en vilo a los aficionados locales: el británico Ben Ainslie, que busca ser el regatista olímpico más ganador de todos los tiempos.

Ainslie, de 35 años, intentará ganar su quinta medalla consecutiva. Fue plata en Atlanta 1996 y oro en Sydney 2000 en la clase Laser y oro en Atenas 2004 y Pekín 2008 en la clase Finn, la misma en la que competirá en la bahía de Weymouth para superar el récord de preseas del danés Paul Elvstrom, que ganó cuatro oros entre 1948 y 1960.

La ilusión en torno a la actuación del oriundo de Macclesfield, Chester, es enorme: las 63.000 entradas puestas a la venta para ver las competiciones de vela desde el césped del histórico fuerte Nothe están agotadas desde hace un año.

Ainslie, diez veces campeón del mundo, reconoció que las expectativas del público son "muy altas", pero nunca como las que él mismo tiene por llegar al 5 de agosto, fecha de la regata final, y lograr el objetivo.

Su actuación será seguida de cerca hasta por Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional: "Estaré allí viendo a Ben Ainslie yendo por un escurridizo cuarto oro. Él tiene el talento para hacerlo". El belga compitió también en la clase Finn en su época de deportista y reconoce el gran mérito del inglés.