Sporting-Sevilla · el apunte

La suma que resta en la derecha

  • Emery vuelve a colocar a dos laterales en la banda diestra, esta vez Coke y Mariano, y convierte el flanco en una mina para el Sporting, cuyos goles nacieron por allí.

La lógica dice que si dos defensas cubren la misma banda, por ese flanco le tiene que ser mucho más complicado al equipo rival crear peligro. El fútbol muchas veces se escapa de la lógica y la banda derecha del Sevilla más. Eso ha ocurrido este miércoles en Gijón, donde Coke y Mariano no han sido capaces de minimizar a la dupla formada por Isma López, autor del segundo gol, y Jony, asistente en el primer tanto. Luego tampoco pudieron con Ndi, que erró unas de las ocasiones más claras.

Este miércoles la pareja ha sido Coke y Mariano, que normalmente sólo coinciden en el campo en la línea de banda cuando uno sale por el otro, pero no es la primera vez que Emery tira de un lateral para intentar tapar mejor la banda derecha y aprovechar también su capacidad ofensiva. El repescado Diogo Figueiras es uno de los hombres que mejor resultado le ha dado a Emery con esta táctica en temporadas anteriores. En ésta, en cambio, su inclusión como extremo, primero con el Molde en Noruega y luego con el Madrid en el Bernabéu, fueron una catástrofe por la baja forma y la descolocación del portugués, que hicieron peor a Coke, más habituado al despliegue físico y a las ayudas de Vitolo.

Ante el Sporting, ha habido destellos en ataque, sobre todo de Coke, al que no se le puede reprochar su despliegue ofensivo. Siempre se ofreció en banda y luego replegó para recuperar la posición. De hecho tuvo una de las ocasiones claras del Sevilla en una buena volea desde fuera del área que se fue por encima del larguero por poco.

Mariano aportó algo más en ataque y muy poco en defensa, donde fue un caos en las coberturas a su par y casi siempre se vio fuera de sitio y desbordado por el lateral, por lo que Coke tuvo que afrontar demasiados dos contra uno. El brasileño, en ataque, estuvo insistente en los centros, pero excepto de alguno al principio del encuentro, no aprovechó los centímetros acumulados por el Sevilla en el área con Iborra y Llorente con balones desde muy lejos y demasiado largos. Lo mejor, su capacidad para desbordar por dentro, pero tampoco la aprovechó más que un par de jugadas.

Al margen de la actuación individual de cada uno, la compenetración entre ambos es lo que más falló. Cada vez que Jony asomaba por la banda, acompañado por Isma López o no, la banda cimbreaba. Así ocurrió en el primer tanto, en el que el extremo asturiano aprovechó una pérdida en el centro del campo para coger descolocados a ambos y centrar para que Krychowiak alojara la pelota en su propia portería. Aunque en la segunda mitad el Sporting salía menos, la mina en la izquierda seguía presente. Ndi, que había saltado al campo por Jony, entró sin problemas para recibir un balón interior entre el lateral y el central y disparó fuera cerca del palo por debajo de las piernas de Sergio Rico. Para colmo, sin que se pueda achacar a ambos, el lateral Isma López hizo el tanto de la condena sevillista en el descuento en posición de delantero centro (y en fuera de juego) en una jugada que empezó, cómo no, por la izquierda. Un desastre por derecha que corona el gafe del Sevilla fuera.

El Sevilla está muy mermado por la lesiones en esa zona del campo (Vitolo, Reyes, Krohn-Dehli...) y Emery tiene lo que tiene. Pero no estaría de más considerar otras opciones, incluso un cambio de sistema, visto el resultado de la acumulación de laterales en la derecha. Resta más que aporta, y no era la primera vez...

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