Marc Márquez (Honda) llegó ayer a Barcelona procedente de los Estados Unidos, donde el pasado fin de semana escribió otra página brillante en su corta carrera al convertirse en el más joven ganador de un gran premio de MotoGP, éxito que, como reconoció, aún no ha podido saborear.

"Quizá no soy muy consciente. Sí, fue una victoria especial en la máxima categoría. No he visto los medios, el boom que ha supuesto el triunfo. Estoy asimilándolo todavía. Ganar la segunda carrera del campeonato era una cosa que no esperaba", señaló el joven piloto, que aseguró ser la misma persona de siempre: "Continúo siendo el mismo. No he cambiado. He logrado una victoria y un podio muy importantes, pero el planteamiento sigue siendo el mismo: ir carrera a carrera", subrayó.

En este sentido, el ilerdense no quiere que esta victoria genere una expectativa mayor de lo que merece, debido a que si en la siguiente carrera logra "un cuarto o quinto puesto", una posición tan alejada del podio no debería considerarse como un "desastre". "Tengo claro que esta temporada puede haber un fin de semana en que me salgan las cosas bien, como en Austin, y otro mucho más difíciles en el que me costará entrar en los cinco primeros", advirtió.

"Nuestro objetivo sigue siendo ir paso a paso", insistió un feliz Márquez en el aeropuerto de El Prat tras un fin de semana espectacular, ya que el nuevo Gran Premio de las Américas, en el recién estrenado circuito de Austin (Texas), lo vio coronarse en lo más alto del podio por primera vez Aun así, el piloto de Honda no piensa en más allá y se descarta para el título Mundial esta temporada: "Este año es casi imposible. Hemos empezado de una forma increíble, pero también eran dos circuitos que se me daban muy bien. Creo que el título será para Jorge Lorenzo o Dani Pedrosa que son los que están más fuertes", finalizó.