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El 4-3-3 toma ventaja

  • Marcelino profundiza en la mecanización del ataque con un solo punta, dos interiores y dos extremos, bajo el mismo dibujo estrenado en Zaragoza · Cáceres, Fazio, Escudé y Navarro, posible línea defensiva

"No soy cabezón, si trabajamos con el 4-3-3 y veo que funciona, lo utilizaremos". Lo decía Marcelino coloquialmente en el viaje de regreso de Zaragoza, donde estrenó un nuevo sistema que, pese a la imagen mejorable del Sevilla, deparó la primera victoria fuera de casa y, algo más importante, le dio más seguridad al equipo. La prueba inequívoca de ello es los continuos mensajes de los propios protagonistas, los jugadores, durante la semana. Han estado abogando por la continuidad del 4-3-3, o 4-1-4-1, en lugar del anterior dibujo con sólo dos medios y dos delanteros más dos extremos. Con el nuevo esquema se sienten más arropados y se sueltan más en ataque. Pues bien, el asturiano parece convencido de darle continuidad a lo esbozado en La Romareda.

En el entrenamiento de ayer, con poco público y apenas prensa, el técnico sevillista realizó una preparación muy táctica en la que dejó muchas pistas de lo que está laborando para afrontar el partido de mañana ante el Getafe. Dividió al equipo entre defensa y ataque, dirigiendo él mismo la sesión táctica ofensiva y dejando a su ayudante, Rubén Uría, con la táctica de la defensa. Y el ejercicio ofensivo puso en evidencia la apuesta por el nuevo dibujo, con Kanoute y Negredo como los dos únicos jugadores que se alternaban en la posición de delantero centro único. Por detrás de esa referencia única se ubicaban dos extremos, dos interiores y un medio de cierre. Es decir, Marcelino estuvo trabajando la finalización de las jugadas de ataque con tres medios (un cierre y dos interiores) y tres atacantes (dos extremos y un delantero centro). El técnico pedía toques rápidos, balones por dentro al extremo o al interior para llegar al área por fuera y por dentro, e incorporación al remate de la segunda línea, con el delantero centro haciendo de pivote cuando no iba al remate.

Al otro lado del campo, Uría dirigía los movimientos de basculación y la circulación del balón de la defensa, con una línea definida, y distinguida con petos amarillos, en la que figuraron Cáceres, ya recuperado de su dolencia muscular, Fazio, Escudé y Fernando Navarro. A ellos les hacían oposición, tanto en jugadas de ataque para mecanizar la posición defensiva como en la presión para la adecuada salida del balón, los restantes defensas: Coke, Spahic, Alexis y Luna. De este modo, parece que Marcelino medita darle una nueva oportunidad a Escudé, después de dejarlo en el banquillo en Zaragoza. Fazio y Fernando Navarro permanecerían y Cáceres sustituiría a Coke en caso de que el asturiano se decante por lo ensayado ayer.

En cuanto a la parcela ofensiva, Marcelino dio más pistas, sobre todo en la distribución de roles. En el ejercicio de ayer, Medel o Guarente iniciaban la jugada como cierre. Los extremos eran Jesús Navas o De Mul en la derecha y Perotti o Manu del Moral en la izquierda. Los interiores siempre hacían la misma rotación, Trochowski o Armenteros para el flanco derecho y Rakitic o Campaña, para el izquierdo. Y arriba, lo susodicho: Kanoute o Negredo. Éste es uno de los inconvenientes, o de las ventajas, del nuevo dibujo. Si le da continuidad, Marcelino debe elegir.

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