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Un triunfo, otro año en la ACB

  • Decisivo El equipo que gane tendrá virtualmente la salvación en su poder a tres jornadas del final Racha Los visitantes llegan tocados moralmente tras cuatro derrotas seguidas

Llegó el momento de verdad. La hora de sentenciar la ansiada salvación, después de varias ocasiones desperdiciadas en las que el Cajasol no supo o no pudo estar a la altura. Las excusas no valen ya, porque, tras una temporada tortuosa, alcanzar el objetivo sólo depende de una cosa: ganar. Así de fácil. La permanencia, al menos virtual, está a una victoria, y mejor hacerlo cuanto antes y no dilatar más el sufrimiento de la afición que jugártelo en tres jornadas de infarto ante Tau, Unicaja y Real Madrid. Mejor vencer al Granada, un rival más asequible, que dejarlo todo a la divina suerte ante equipos de mayor empaque.

El triunfo de la semana pasada ante el Polaris fue crucial para un Caja que parece manejarse mejor con el agua al cuello, por lo que deberá afrontar el choque contra el CB Granada como si fuese la última jornada, como una final a vida o muerte, porque el que pierda lo verá todo muy negro. Ninguno de los de abajo, excepto el Grupo Begar, dará su brazo a torcer, y una victoria ante un rival directo tendrá sin duda un gran valor.

Para dejar las matemáticas y olvidar de una vez la calculadora, al cuadro sevillano sólo le vale ganar, y si es por más de cinco puntos (por aquello del average), mejor. El problema es que los granadinos llegan a la cita con la misma necesidad, herido, aunque en una dinámica tan negativa como peligrosa. En la segunda vuelta sólo se han impuesto en tres ocasiones y han caído en otras 10. De hecho, en la primera mitad del campeonato, aún con Borchardt, los nazaríes luchaban por meterse en la Copa del Rey. Hoy su realidad es otra y, sin una referencia, el equipo está sufriendo de lo lindo, sobre todo en el juego interior. El fichaje relámpago del nigeriano Oyedeji, que llega de la liga china y estará a prueba una semana, no es más que un intento desesperado de paliar esos problemas, no de suplir a su jugador franquicia, cuya baja ha notado más de lo que esperaba.

El que pierda se irá a comer con un balance de 11 victorias y 20 derrotas. Será, sin duda, un bocado muy indigesto con el descenso, independientemente de lo que haga Estudiantes, acechando. Semejante premisa, que inquietaría a cualquiera, es la que condiciona un derbi regional con el plus que conlleva triunfar o perecer en estos encuentros. El coraje y el arresto que los hispalenses han demostrado cuando peor pintaban las cosas -en el Palau, tras perder con el ViveMenorca, y en Murcia, con dos derrotas consecutivas a cuestas- es la única fórmula para lanzar al aire el último suspiro de alivio. Eso sí, para levantar los brazos en el minuto 40 no habrá que bajarlos ni un minuto, porque una pájara de ésas que acostumbra el Cajasol podría resultar mortal a estas alturas de la competición. Por ello, será necesario jugar con la intensidad demostrada ante el Polaris World, al menos como en el último cuarto, y con mucha concentración en defensa. Es el camino a seguir, la senda ya conocida -aunque poco seguida-, para que la pesadilla se acabe. Hombres hay, pero éstos deben seguir el guión marcado al margen de sus nombres. Con ellos, como explicó en su día Comas, no se gana, por lo que ponerse el mono de faena será imprescindible para lograr, por primera vez en la temporada, un triunfo definitivo. Parece un sueño.

El ex cajista Cherry no estará en San Pablo tras ser operado de la mano y ha dicho adiós a la temporada, mientras que el argentino Federico Van Lacke, incorporación granadina esta semana, tampoco jugará por problemas burocráticos. El reglamento FEB impide que un equipo inscrito en sus competiciones dispute un partido con menos de 8 fichas profesionales de la categoría, y el Baloncesto Huelva, conjunto de procedencia de Van Lacke, ha quedado en esa situación. Al menos Valdeolmillos podrá contar con su máximo anotador, Dylan Page, que parece haber superado su lumbalgia. Los de Comas llegan al choque sin tantas novedades. Están todos disponibles, aunque Miso sufrió en el entrenamiento del jueves un golpe en la mano que, en principio, no hace peligrar su concurso.

En fin, que la salvación pasa por ganar al Granada y esperar. Estudiantes se juega hoy también algo más que la vida con el Fuenlabrada, que lo puede mandar a la LEB; y el Manresa recibe a un Polaris que se ha complicado la existencia. Alguno caerá esta semana, por lo que sumar ahora es doblemente importante. Asusta pensar en que la victoria caiga del lado visitante. Mejor no hacerlo, por eso de los malos augurios, así que a ganar y a respirar aliviados de una vez.

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