El Sevilla está atento a todo lo que se mueve en torno a Álvaro Negredo, llamado a protagonizar el culebrón del verano. La venta de Jesús Navas ha dejado al club de Nervión en una postura de fuerza en el mercado con respecto a los que están interesados en realizar una inversión que nunca va a bajar de los 20 millones de euros. De ahí para arriba, y más cerca de los 30 que de otra cosa. 

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Del Nido y Monchi saben que la cotización del máximo goleador nacional no puede ir en consonancia con las noticias y rumores que salen casi a diario en los medios de información. Particularmente desde Madrid por el interés del Atlético, el Sevilla asiste perplejo al baile de cifras en que no sólo se tasa al futbolista, sino que se da incluso por cerrada una negociación que no ha entrado ni en una fase seria. Aunque ha habido conversaciones y tomas de contacto para tener una referencia, el club que preside Enrique Cerezo no ha presentado ninguna oferta formal por Negredo a día de hoy.

En este sentido, todo recuerda un poco al verano que protagonizó Luis Fabiano en 2007. Se suponía que el brasileño, el nueve de la selección canarinha entonces, era el delantero más codiciado de Europa. Los mejores clubes de Inglaterra e Italia se peleaban por él cuando, en realidad, al Sevilla sólo llegó una oferta muy baja procedente del Milan que Del Nido llegó a catalogar de "ridícula". Fueron 14 millones los que ofreció por el paulista y, cuando todos los medios daban por seguro que era sólo el comienzo de una golosa puja para el Sevilla, el club rossonero no movió un dedo más y se quedó ahí. José Fuentes, su agente, no consiguió traer una oferta más pese a que continuamente se quejaba de que Del Nido no dejaba salir al jugador. Sólo al verano siguiente, con la fiebre por Luis Fabiano más apaciguada en el mercado, llegó otra propuesta, esta vez de Francia, que también fue insuficiente. El Olympique de Marsella ofreció 11 millones y algo más por objetivos que estuvo a punto de convencer a los rectores sevillistas, que también sabían que la operación escondía vericuetos poco favorables a sus intereses por la presencia del grupo inversor RIO, con el que tuvo que negociar poco después un acuerdo de ficticia compra del porcentaje del pase que no controlaba el Sevilla, unido a su traspaso al Sao Paulo.

Con Negredo no se sabe lo que va a pasar porque el verano aún no ha comenzado y los clubes de Inglaterra, Alemania o Italia aún no han empezado a mover el mercado. El trasiego de millones que harán danzar, por ejemplo, el Dortmund o el Tottenham con Lewandoski o Bale pueden precipitar en cualquier momento un cambio de las posiciones iniciales. Así, el Atlético, que tiene un acuerdo cerrado con el jugador, ahora mismo pincha en hueso.