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Como volver a empezar

  • El Sevilla visita al consistente Standard de Lieja con la intención de retornar a las sensaciones positivas · El crédito que se había ganado Jiménez durante un año al frente del equipo se ha esfumado, para algunos, en sólo una semana

Definitivamente, el fútbol provoca amnesia. Una semana, sólo siete días, ha bastado para que el crédito que se había ganado Manolo Jiménez como entrenador de la primera plantilla del Sevilla se haya esfumado por arte de magia. Tres derrotas consecutivas ante Málaga, Ponferradina y Valladolid han servido para que los enemigos del técnico nacido en Arahal hayan vuelto a emerger como las setas en esta época del año. Ya no valen para nada los récords, los partidos con la portería a cero, los meses sin que los blancos sufrieran ni siquiera una sola derrota, todo lo que antes se piropeaba, el máximo responsable deportivo de la entidad vuelve a ser examinado con lupa en esto y en lo otro. Y en medio de este ambiente tan extraño, de esta guerra, por llamarla de alguna manera, tan cansina, el Sevilla se subía en la mañana de ayer al avión para desplazarse hasta la localidad de Spa, hasta la ciudad con el nombre de la relajación por la vía acuática. En esa población belga, a unos 40 kilómetros de Lieja, aguarda un choque correspondiente a la segunda jornada de la liguilla de la Copa de la UEFA, el rival es el Standard y se respira la sensación de que se trata de un volver a empezar.

Porque parece que Jiménez es el centro de todo, que no se puede hablar de este Sevilla sin que el entrenador arahalense sea el elemento omnipresente, que ni Helenio Herrera seguro que tendría tanto protagonismo. Son las cosas de los tiempos que corren, de un periodo en el que todo se debate y se vuelve a debatir, de una época en la que hasta los colaboradores -los que ni siquiera están en plantilla- de los medios de comunicación, ya sea periódicos, radios, televisiones o páginas de Internet, se convierten en verdaderos ayatollahs a la hora de realizar soflamas mucho más cercanas al fundamentalismo que al raciocinio. Así no es extraño que hasta sea anatemizado Jiménez por ser el culpable de la tarjeta roja que Pérez Lasa le enseñó a Luis Fabiano en Valladolid. En fin, está claro que es una guerra perdida incluso para quienes no toman partido ni por uno ni por otro bando y se limitan al análisis objetivo de los datos.

Afortunadamente, sin embargo, el torbellino en el que vive este Sevilla apenas deja tiempo para la reflexión y conduce con inmediatez de un partido a otro. Están candentes los rescoldos de la derrota en Valladolid, la tercera consecutiva por ser riguroso con esos datos objetivos, y los sevillistas tienen que visitar al Standard de Lieja. Allí, en el estadio Maurice Dufrasne, lo aguarda el cuarto clasificado de la Jupiter League belga. Porque el Standard tampoco pasa por su mejor momento y el pasado viernes cayó como local ante el Charleroi por 1-2. La consecuencia es que si no ha mucho era el líder de esa competición ahora tiene por delante a Brujas, Anderlecht y Genk con tres puntos de margen, precisamente los que perdió en su campo en el último partido, respecto al primero.

En la expedición sevillista, sin embargo, nadie se fía respecto a ese pequeño bajón que ha experimentado el Standard. La referencia no puede ser más cercana y a los blancos les basta con mirarse a sí mismo para comprender que un par de resultados no basta para mancillar una trayectoria. El cuadro que entrena el rumano Lazslo Boloni, campeón de la liga belga la temporada pasada, se inicia en esta segunda fase de la UEFA, pero llega al choque con el aval de haber dejado en la cuneta en la eliminatoria previa al potente Everton inglés. Y por si esto fuera poco, también hizo sufrir de lo lindo al Liverpool en la ronda previa de la Champions.

Son referencias más que sobradas para que el Sevilla se tome en serio este encuentro, para que todos los profesionales tengan muy claro que este partido no tiene nada que ver con el disputado hace ocho días en Ponferrada. Ocurre, sin embargo, que la enfermería tampoco ha mejorado en exceso desde entonces y si bien Diego Capel y Mosquera ya han podido viajar después de recuperarse de sus respectivas lesiones, esta vez le tocaba a Duscher reposar por culpa del enésimo problema muscular. Como, además, Kanoute, Dragutinovic, Chevantón, Acosta y, por supuesto, Kone y Javi Navarro tampoco cuentan todavía por sus diferentes dolencias físicas, pues no es extraño que Jiménez tenga poco margen para las combinaciones a la hora de confeccionar la alineación.

Squillaci también tiene algún problema en la zona lumbar y eso parece que le dará entrada en el equipo a David Prieto en la defensa; en el centro del campo llega la principal incógnita, pues Romaric es fijo mientras que Fazio y Maresca optan a acompañarlo; en las bandas parece seguro Jesús Navas y debe entrar Adriano, ya que Diego Capel aún no tiene el tono físico suficiente; y arriba Luis Fabiano, muy motivado, jugará con Renato como acompañante por detrás. Eso sería lo más lógico, aunque con Jiménez acertar una alineación sea casi tan complicado como hacerlo en la quiniela. Sea quienes sean los encartados, el Sevilla, con el colchón del primer triunfo ante el Stuttgart, quiere dar un nuevo paso hacia la clasificación y, de paso, espantar los malos humores.

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