Los trabajadores de Crown Cork, la firma cuya fábrica de latas está ubicada en el municipio sevillano de Dos Hermanas, y representantes de la empresa cerraron las negociaciones, "por el momento", tras no llegar a acuerdo en la reunión mantenida hoy en el Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla), ante lo que advirtieron que irán a la huelga el próximo lunes.

Según explicó el secretario de la Unión Local del sindicato CCOO en la localidad y miembro del Comité de Empresa de la firma, Juan González Cotán, a Europa Press, prosigue la convocatoria de huelga para los días 18, 20 y 22 de febrero al no haberse aceptado en la mesa de negociación "ni una sola de las propuestas presentadas".

La huelga comenzará así el próximo lunes a las 10.00 horas y supondrá la realización de paros parciales en la producción de alrededor de dos horas. 

A pesar de que la empresa, por el momento, no ha aceptado las propuestas planteadas por los trabajadores, éstos se mostraron dispuestos a continuar con las negociaciones, ya que desde que empieza la jornada laboral, a las 7.00 horas, hasta que comienza la convocatoria de huelga a las 10.00 horas, "hay tres horas de margen en las que aún se pueden retomar las propuestas y estudiarlas".

Según explicó González Cotán, las propuestas presentadas por los empleados pasan por dos asuntos diferenciados como son la recalificación de los puestos de trabajo y la solución del transporte de los empleados.

Así, el dirigente sindical pidió que la compañía retire la medida planteada y que lleve a cabo una recalificación de los puestos de trabajo, comenzando por los mecánicos, "como primer colectivo afectado".

Indicó que los mecánicos ven modificadas sus funciones habituales de trabajo y les agregan las funciones que hoy en día realiza el área de control de calidad, desapareciendo este último departamento, una situación que afecta a unos 23 trabajadores.

Sin embargo, este aumento de "funciones, carga de trabajo y responsabilidades no se ve acompañado con aumento salarial de ningún tipo", agregó.

Además, respecto al servicio de transporte colectivo, los empleados pidieron a la empresa que plantee propuestas distintas y las pongan encima de la mesa para comenzar a negociar sobre ellas, algo que "también rechazaron".

El transporte hasta la fábrica se realizaba a través de un servicio de taxis, que la empresa puso en su momento, ya que la iniciativa prevista de de realizar un plan de movilidad a través de un autobús que los llevara hasta el polígono La Isla, donde se ubica la planta, "nunca llegó a ponerse en práctica".

Ahora, los empleados realizan ese trayecto a través de un servicio de línea regular y que ha trasladado las paradas establecidas con anterioridad, obligando a los trabajadores a desplazarse hasta 25 minutos a pie hasta las nuevas ubicaciones, algo que se repite durante los últimos seis o siete meses.