Los Estados miembros han alcanzado un acuerdo sobre las nuevas normas para combatir la evasión fiscal -principalmente de compañías multinacionales- con medidas que intentan evitar la erosión de la base imponible o la transferencia de beneficios.

La normativa aborda aquellos escenarios en los que las grandes empresas se benefician de las disparidad de sistemas tributarios nacionales con el objetivo de reducir sus obligaciones fiscales, según informó el Consejo de la UE en un comunicado.

Así, las nuevas normas intenta evitar que multinacionales implantadas en países con alta presión fiscal paguen elevados intereses a filiales residentes en jurisdicciones con menos carga impositiva mediante límites a la cantidad de intereses deducibles. Además, establecen un impuesto a la transferencia de activos o al cambio de la sede fiscal de una multinacional.

Al mismo tiempo, las nuevas normas asignan los ingresos de una filial controlada en el extranjero a su empresa matriz, que generalmente se encuentra en un país con una presión fiscal más alta, con el objetivo de combatir la transferencia de beneficios.

Los responsables económicos de los Veintiocho adoptarán la directiva finalmente en su próximo encuentro, que tendrá lugar el 12 de julio.