Airbus se pone como fecha límite 2017 para lograr nuevos pedidos de su A400M. El avión militar, que se monta en Sevilla, ha sido incapaz de seducir a nuevos compradores más allá de los siete países impulsores del programa -España, Alemania, Francia, Reino Unido, Bélgica, Luxemburgo y Turquía-, que acumulan 174 encargos. "Ya no podemos esperar más; me conformaría con que entrase un solo contrato, pero es ahora o nunca", sentenció ayer el presidente de Airbus en España, Fernando Alonso, en un encuentro con la prensa.

Éste es, sin duda, el reto principal que se ha marcado la compañía para el año que viene, una vez que ha conseguido enderezar la mala racha del programa en los últimos años. "Nos hemos centrado en estabilizar la producción y resolver los problemas que han ido surgiendo, pero ya es el momento de vender algún A400M más", indicó. Para ello, Airbus tiene claro que debe ofrecer un "precio competitivo" y que eso se consigue rebajando los costes de fabricación. "Estoy convencido de que podemos optimizar procesos y reducir costos", dijo Alonso, también responsable de Aviones Militares de Airbus Defence and Space. El precio de venta de un A400M ronda actualmente los 150 millones de euros: "Cuanto más por debajo estemos de esa cifra, mejor", avanzó.

Para lograr ese primer cliente de exportación, el grupo aeroespacial pondrá toda la carne en el asador. Acometerá campañas de venta en todo el globo, desde Australia, Indonesia o Nueva Zelanda hasta Egipto o Sudáfrica, pasando por Oriente Próximo, México e incluso EEUU. "Tenemos que ir a por todas", enfatizó.

El programa del A400M ha pasado por años muy complicados. En 2015 tuvo que afrontar el accidente de uno de sus aparatos en Sevilla, con cuatro víctimas mortales, y en 2016 ha sufrido problemas en los motores y el fuselaje. "La primera mitad del año ha sido un tsumani y, la segunda, una carrera por recuperar la producción y las entregas", analizó. El fallo más crítico ha sido el de la caja reductora (PGB) de dos de los cuatro motores del avión, que "perturbaron a lo bestia" el ritmo de la cadena de montaje. Sin embargo, Alonso resaltó que la solución interina desarrollada por su fabricante, el italiano Avio, ya está instalada en 16 aviones de Francia, Reino Unido y Alemania, y se colocará en enero por primera vez en un A400M nuevo proviniente de la planta de ensamblaje (FAL) de Sevilla.

Como consecuencia de estos problemas, el grupo no alcanzará las 20 entregas que se había marcado como objetivo anual. No obstante, el presidente de Airbus España se mostró muy satisfecho por haber logrado remontar "el maremoto de comienzos de año" y poner en manos de los clientes unas 17 unidades. "En un solo año habremos realizado casi la mitad de todas las entregas del programa (en torno a 37)", subrayó. De cara a 2017, Alonso se propone mantener la cifra. Precisamente, el próximo ejercicio España recibirá su segundo A400M. Será en los últimos meses, pese a que los planes iniciales apuntaban a que recibiría cuatro aeronaves a lo largo del año.

Por otra parte, Alonso indicó que este programa será uno de los destinos en los que recalarán parte de los trabajadores afectados por el ajuste laboral en los proyectos del C295 y el A380. La compañía anunció hace una semana que hay un excedente de 360 personas en ambos (sobre todo en Sevilla y Puerto Real) debido a la caída de pedidos. "No habrá ERE ni despidos de fijos", remarcó Alonso, pero a entre 150 y 180 temporales no se les renovará el contrato y al resto (unos 200 empleados) se les enviará a programas de mayor éxito. Además de los anunciados A350, A320 o A330MRTT, el directivo mencionó el A400M. "Hará falta gente en la FAL de Sevilla gracias al aumento de las entregas y en Madrid en el área de retrofit, es decir, en la puesta al día de los aviones ya entregados", abundó.

Finalmente, el hombre fuerte de Airbus en España quiso aclarar que la compañía no creará ningún centro único de mantenimiento del A400M. "Ha habido informaciones confusas en los últimos días sobre este tema", dijo en referencia a la petición por parte de la Junta de Andalucía de que ubique estas instalaciones en Sevilla para garantizar carga de trabajo en la región.

"Nunca hemos tenido intención de crear un gran centro de este tipo, ya que cada país mantiene sus propios A400M", indicó, para explicar que lo que ofrece la compañía son servicios adicionales que los clientes pueden contratar de forma conjunta para abaratar sus costes.