El Banco de Inglaterra ha asestado una dura crítica a las entidades bancarias por "exagerar" las consecuencias de la crisis crediticia que domina los mercados desde el pasado agosto y les advierte que, con esa actitud, no sólo han causado su empeoramiento, sino que retrasarán su superación.

En su informe bianual sobre Estabilidad Financiera, el Banco de Inglaterra considera que los temores a un bloqueo del sistema provocaron un clima de excesiva cautela que, incluso, mantuvieron con clientes adinerados cuya situación garantizaba el éxito de las operaciones. Eso se tradujo en un cierre del grifo de los préstamos que ha entorpecido las vías de financiación de los consumidores y de la propia industria. El sector financiero británico, ávido de buenas noticias, interpretó ayer ese balance como síntoma de que lo peor puede haber pasado.