Barclays, el segundo banco británico por activos, anunció un plan estratégico para cambiar su modelo de negocio que incluye 19.000 despidos para 2016, especialmente en banca de inversión, y la venta de su red minorista en Europa continental. La meta del consejero delegado, Antony Jenkins, es "simplificar" el negocio y reducir la rama de banca de inversión, donde emplea a 26.000 personas y cuyos ingresos se desplomaron un 28% durante el primer trimestre por el deterioro del mercado de bonos de deuda. "Seremos un banco internacional, que operará solo en áreas donde tenemos capacidad, escala y ventaja competitiva", aseguró el directivo en un comunicado. En el futuro, añadió, Barclays será "más fuerte, más equilibrado, mejor posicionado y capaz de tener menor volatilidad y más ingresos y crecimiento". 

Como parte del plan estratégico, se anunciaron 7.000 despidos en banca de inversión, que se suman a otros 12.000 ya adelantados en febrero, lo que eleva a 19.000 los empleos que se suprimirán para 2016. De esas bajas, 14.000 se ejecutarán este año (2.000 en banca de inversión) y otras 2.500 respectivamente en 2015 y 2016, precisó un portavoz de la entidad. 

Otro punto clave de la reestructuración es la reducción de los activos "no prioritarios", que se depositarán en un "banco malo" o "secundario" de nueva creación, lo que incluye el negocio de banca minorista en la Europa continental, es decir, las filiales en España, Portugal, Italia y Francia. Barclays colocará en ese banco activos por unos 115.000 millones de libras (140.000 millones de euros), de los cuales 90.000 millones (110.000 millones de euros), un 80%, corresponden a banca de inversión y 16.000 millones (19.500 millones de euros) a la división minorista europea. El objetivo es rebajar esos activos ponderados en función del riesgo hasta 50.000 millones de libras (60.700 millones de euros) en los próximos tres años y reducir la exposición asociada de 400.000 millones a 180.000 millones de libras (de 486.000 millones a 218.700 millones de euros), apuntó el banco. 

En cuanto a la salida de España, el portavoz de Barclays dijo que se estudiará "cuidadosamente" la mejor manera de desprenderse hasta 2016 de lo que se considera un buen activo que sin embargo "no encaja en el nuevo plan estratégico". La idea, indicó, es encontrar "un buen comprador" de parte o todo el negocio que permita al banco británico abandonar el continente y concentrar sus operaciones de banca minorista en el Reino Unido. 

El nuevo Barclays se centrará en cuatro grandes áreas de negocio. Además de potenciar la banca comercial en este país -donde no obstante a medio plazo se espera el cierre de un 25% de sus 1.600 oficinas-, impulsará la banca corporativa y personal; la tarjeta de crédito Barclaycard; su negocio bancario en África y esa división de banca de inversión reducida, que constituirá no más del 30% del total del banco (de un 50% actualmente). Como consecuencia de estos cambios, el grupo "quedará significativamente más equilibrado y podrá ofrecer un rendimiento más sostenido", según el comunicado de Barclays a la Bolsa, donde sus acciones se revalorizaron más de un 5%. De acuerdo con esta nota, el coste de la reforma anunciada asciende a 800 millones de libras (971 millones de euros), que se suman a los 2.700 millones (3.200 millones de euros) adelantados en febrero. 

La reforma orquestada por Jenkins, nombrado en 2012 tras la dimisión de la anterior directiva, forma parte de una estrategia para reinventar el banco y dejar atrás los escándalos del pasado, con acusaciones por manipulación del Líbor y los mercados de divisas. Con la reputación dañada, la rama de banca de inversión fue además la responsable en gran medida del descenso en un 13% de los beneficios de Barclays en el primer trimestre de 2014, cuando obtuvo 882 millones de libras (1.058 millones de euros) frente a los 1.010 millones de libras (1.212 millones de euros) del mismo periodo del año anterior.