La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) va a autorizar riegos extraordinarios después de dos meses con el grifo totalmente cortado y tras las últimas lluvias, que dejan la cuenca en situación de normalidad y con las reservas de agua en el 61,5% de su capacidad. Eso sí, el sistema de regulación general, el mayor de la cuenca y que surte principalmente al regadío, seguía a día de ayer en el 53%, es decir, en situación de prealerta, cuando hace dos meses estaba en emergencia.

Según explicó ayer el secretario general de la federación de regantes Feragua, Pedro Parias, en las segundas jornadas de Conatech, en Sevilla, estas autorizaciones tendrán restricciones: "Sólo las podrán tramitar quienes hayan presentado la solicitud en las dos campañas anteriores habiendo sido aceptadas". Además, no podrán superar las dotaciones de años anteriores. Los regantes tienen hasta el día 20 para tramitar la solicitud.

El Guadalquivir entra en normalidad y el sistema de regulación general, en prealerta

Parias también abordó otros asuntos de actualidad del regadío. Por ejemplo, aludió a la posibilidad de que se facilite el autoconsumo y se contraten dos términos de potencia eléctrica a lo largo del año, según haya actividad o no, una reivindicación histórica del sector. Esto está ya en el BOE, en la Ley de Medidas Urgentes contra la sequía, aunque Parias lamentó que se vincule su aplicación "a la sostenibilidad financiera del sistema". "Creo que es perfectamente capaz de aguantar la reducción de peajes cuando las eléctricas tienen beneficios muy importantes todos los años", afirmó. Parias cree, en cualquier caso, que habrá que esperar al año que viene como mínimo para que estas medidas se aplique, ya que están pendientes de un desarrollo reglamentario.

El secretario general de Feragua afirmó también que faltan al menos 100.000 hectáreas por modernizar "y los fondos son escasos" y que la posibilidad de expansión del regadío está muy limitada.