A finales de noviembre o principios de diciembre. Éste es el plazo que se ha dado el consorcio aeronáutico europeo EADS para fijar el nuevo calendario por el que se guiará el programa del avión militar A400M, cuyo ensamblaje final se lleva a cabo en la factoría de San Pablo, en Sevilla.

Un día después de conocer que la compañía ralentizará el ritmo de producción de la aeronave hasta que el sistema de propulsión -motores y software asociado- esté listo, la dirección de EADS comunicó a la junta de portavoces del comité interempresas que el nuevo calendario del programa se dará a conocer en apenas un mes. La razón que hay detrás de esta decisión es que los países clientes del proyecto exigen que la compañía ponga un plan claro encima de la mesa para, a partir de ahí, negociar las condiciones de las posibles indemnizaciones motivadas por los retrasos del programa.

"Antes de finales de año sabremos las consecuencias que tendrán las demoras acumuladas en el futuro del proyecto", indica José Alcaraz, presidente del comité interempresas. Esto significa que pronto se fijará el momento de llegada a Sevilla de los motores definitivos, la nueva fecha establecida para el primer vuelo del avión -pospuesta sine die tras tres retrasos, de verano a otoño, y de éste a diciembre-, la agenda de entregas de aeronaves a los países clientes -la primera estaba prevista para finales de 2010, con un año de demora-, el impacto en el empleo y en las cuentas de la compañía.

De momento, y en el capítulo laboral, la reunión de ayer sirvió para aclarar que "las contrataciones que estaban previstas para después de verano en la FAL de Sevilla, que conllevaban la entrada de unos 60 trabajadores, quedan congeladas hasta que se conozcan los detalles del nuevo calendario", explicó Manuel Falcón, presidente del comité de empresa de la planta de San Pablo.