Economía

España baraja la petición de un rescate 'virtual' al que Alemania daría luz verde

  • El Gobierno estudia solicitar una línea de crédito del nuevo MEDE sin intención de utilizarla, con la esperanza de que sirva para reducir el riesgo país · El Íbex rebota un 3,41% y la prima se relaja hasta 426 puntos básicos

Tras el rescate a la banca, España se acerca inevitablemente a la segunda petición de ayuda a la Unión Europea (UE), destinada en esta ocasión a lograr que el Banco Central Europeo (BCE) actúe para relajar la tensión de la prima de riesgo española. Pero no se trataría de un rescate completo de la economía, sino uno parcial o virtual. Esto quiere decir que el Gobierno estudia pedir una línea de crédito del nuevo fondo de rescate de la UE, pero sin intención de utilizarla y con la esperanza de que sirva para reducir de manera significativa los costes de financiación del Estado.

Según explicó un alto cargo del Ministerio de Economía a la prensa extranjera, que recoge Efe-Dow Jones citando a The Wall Street Journal, una vez que España solicite la línea de crédito que posibilita la compra de bonos por parte del BCE, el interés de la deuda española a diez años podría caer 150 puntos básicos.

Además, la Bolsa podría dispararse un 15% y la fuente confía en que la UE no impondrá más condiciones a España, aunque podría no cumplir sus propios objetivos de austeridad, en especial su compromiso de reducir el déficit público de 2012 al 6,3% del Producto Interior Bruto (PIB).

El Gobierno de Mariano Rajoy está buscando respaldo entre sus socios del euro para seguir adelante con la petición del rescate y ha estado explorando cómo acceder al nuevo mecanismo europeo de lucha contra la crisis desde que el BCE anunció su disposición a rescatar a los países del euro con problemas mediante compras ilimitadas de sus bonos en el mercado secundario.

Los inversores mundiales y muchos líderes de la región han estado alentando a España a actuar cuanto antes, pero el Gobierno se ha mostrado hasta el momento reticente a comprometerse con la idea y el alto cargo del Ministerio de Economía no prevé que el asunto se resuelva esta semana, aunque la euforia experimentada ayer por los mercados apuntan a que esperan que se haga de forma inminente.

Para poder acceder a la ayuda del BCE, un país tiene que solicitar previamente uno de los dos tipos de ayuda del nuevo Mecanismo Europeo de Estabilidad, que acabará contando con una capacidad crediticia de 500.000 millones de euros. Una de las opciones supone que el BCE se convierta en el único prestamista del país, comprando toda su deuda, como la UE y otros acreedores internacionales hicieron en los rescates de Grecia, Portugal e Irlanda.

Sin embargo, España -dijo a la prensa extranjera el miembro del Ministerio de Economía- preferiría la segunda opción disponible: pedir una línea de crédito, que supone que el MEDE ponga a disposición un dinero que sólo se utilizaría si es necesario.

En las últimas semanas, los costes de financiación de España, aunque siguen elevados, se han estabilizado por debajo del nivel que forzaría a un país a solicitar un rescate y en Economía creen que los costes de financiación bajarían con la mera solicitud. De hecho, la idea es que España no necesitaría el desembolso de la línea de crédito del MEDE y "se podría decir que es una línea de crédito virtual".

El espaldarazo a esta posibilidad de rescate parcial llegó ayer desde Alemania. Dos diputados de la coalición gobernante alemana manifestaron a la agencia Bloomberg una actitud favorable a un recurso al MEDE por parte del Gobierno español, algo que el mercado interpretó como un signo de flexibilidad por parte del país germano, que en los últimos días, por boca de su ministro de Finanzas, Wolfgang Schaüble, había mostrado reticencias a este paso. La razón es que el Parlamento germano deberá votar toda aportación de fondos que se realice al MEDE y eso perjudica cada vez más al partido en el gobierno, el de la canciller Angela Merkel. Sin embargo, todo indica que Madrid y Berlín están a punto de cerrar los flecos de una intervención parcial basada en el MEDE para el mercado primario de deuda y, sobre todo, en el BCE para el secundario.

Los mercados no tardaron en responder ayer a todos estos estímulos. Así, el Íbex saludó la posible petición de rescate con una fuerte subida del 3,41%, mientras que la prima de riesgo se relajó hasta los 426 puntos básicos. La exitosa subasta del Tesoro también contribuyó a la euforia, mientras que el varapalo de S&P a la banca española no se dejó notar en los ánimos de los inversores.

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