Economía

Goirigolzarri ve "sentido" a una fusión de Bankia con BMN, pero la pospone a 2017

  • El banquero indica que son entidades "complementarias" en su red territorial y en su negocio Abre la puerta a ampliar el plazo que el Estado salga de su capital más allá del final de ese año

Una futura fusión entre Bankia y Banco Mare Nostrum -integrado por Cajagranada, Caja Murcia, Caixa Penedés y Sa Nostra- tendría "sentido industrial". El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, dio ayer su visto bueno a una operación que se está intentando promover desde el Gobierno, que ya ha elevado una consulta a Bruselas en este sentido. Ensalzó que se trata de entidades "complementarias" tanto en su red de oficinas como en su negocio, a la vez que tienen en común una participación del Estado (a través del FROB) en su capital "muy similar", de en torno al 65%.

El banquero dejó claro que aún no están haciendo números y que, aunque salieran las cuentas, esta operación está "muy, muy lejos" de materializarse. ¿Por qué? El motivo radica en que a Bankia se le impuso una restricción cuando fue rescatada: la prohibición de adquirir entidades antes de junio de 2017. La única manera de salvar este escollo sería que la Comisión Europea (CE) aprobara esta excepción, algo que el Ejecutivo español ya ha reclamado. Pero para Goirigolzarri, a la luz verde de Bruselas habría que añadir otro factor no menor: que la operación fuera beneficiosa no sólo para el Estado, sino también para los accionistas minoritarios de los dos bancos.

Lo que no especificó el presidente de Bankia fue si esa futura unión con BMN contribuiría a devolver las ayudas públicas concedidas a su entidad. Éstas ascendieron a 22.500 millones de euros, de los que, hasta el momento, se han retornado 1.627. ¿Qué pasa con el dinero restante? ¿En qué plazo de tiempo se podrá devolver? El banquero no quiso mojarse. "Dependerá de la evolución de la economía, de los mercados y, sobre todo, de cuándo y cómo se privatice la entidad", dijo. La ley fija el límite para efectuar esa salida del capital del FROB en diciembre de 2017, pero Goirigolzarri se mostró partidario de alargar los plazos porque la cotización actual de las acciones está muy por debajo del valor requerido para recuperar las ayudas. "Vender hoy no sería inteligente", dijo. A su juicio, la mejor fórmula sería "una privatización similar a la de Argentaria", que se hizo por paquetes y no de un solo golpe.

Durante su intervención en los Cursos de Verano en Santander organizados por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), la Universidad Internacional Ménendez Pelayo (UIMP) y BBVA, el presidente de Bankia aseguró que la entidad no se dotará de "provisiones adicionales" para hacer frente a las posibles demandas de inversores institucionales por su salida a bolsa en 2011. Una sentencia del Tribunal Supremo ha obligado al banco a devolver el dinero invertido por los pequeños accionistas al considerar que el folleto de la operación era engañoso, sin embargo, ha dejado al margen a los institucionales. Pese a ello, Iberdrola ya ha anunciado que reclamará el reingreso de 12,4 millones, las pérdidas sufridas con el debut bursátil de Bankia. "Todavía no hemos recibido la demanda", dijo Goirigolzarri, que esperó que no se sumen más grandes empresas a esta reclamación, ya que tiene una "posición muy fuerte en este tema": batallar hasta el final para defender los intereses de sus accionistas. Hasta el momento, las demandas de inversores institucionales ascienden a 35 millones. "Si tuviéramos que responder a más peticiones, tampoco supondría un problema para nuestra solvencia".

El directivo también reflexionó sobre los retos a los que se enfrenta el sistema financiero: la rentabilidad y la reputación. Explicó que los bajos tipos de interés promovidos por el Banco Central Europeo (BCE) más el desapalancamiento de la economía española ha hundido la rentabilidad de los bancos por debajo de los costes del capital, un problema contra el que muchos están recetando movimientos de consolidación doméstica o europea. Sin embargo, desde su punto de vista, "las fusiones no son un antídoto ante los problemas de solvencia de entidades débiles".

Goirigolzarri aprovechó su intervención para revolverse contra los planes de algunos partidos de convertir a la entidad en un banco público al servicio del poder. "No comparto esta idea", dijo, para desmontar el argumento con un contundente: "No conozco ningún ejemplo de una banca comercial con una cuota de mercado relevante que sea sostenible como banca pública y eso que he trabajado en muchos países del mundo". Es más, Goirigolzarri dejó la puerta abierta a abandonar sus funciones en Bankia si el Gobierno que salga de las elecciones del próximo 26 de junio tuviera en mente tomar esta medida.

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