Los órganos de Gobierno del Instituto Andaluz de Tecnología (IAT) y el Centro Tecnológico del Mueble (Citma) aprobaron ayer la fusión de ambos organismos, un proceso que se inicia ahora y que culminará en el mes de junio. Será, como confirmó ayer Miguel Ángel Luque, director general del IAT, "una fusión por absorción", tras la cual el Citma permanecerá como centro operativo pero sin personalidad jurídica propia. Según los términos de la operación -que no se traduce en un montante económico- el patronato del IAT contará con dos nuevos miembros procedentes del sector del mueble y pasará, por tanto, de 19 a 21. Éstos serán elegidos cada tres años por los antiguos patronos del Centro Tecnológico del Mueble, con sede en Lucena, que se constituirán en asociación.

Gracias a la integración, el Instituto Andaluz de Tecnología tendrá mayor protagonismo en la industria, ya que el Citma había prestado especial atención en los últimos años al sector del frío industrial. El centro del mueble -que, pese desaparecer como entidad jurídica, mantiene la marca y el centro en Lucena- tendrá la posibilidad, informan ambas entidades, de "acometer proyectos de mayor calado" e interactuar de forma más intensa con las empresas en las actividades de I+D. "Ya veníamos colaborando desde hacía tiempo; con esta fusión el Citma podrá aprovechar nuestra red para ampliar sus servicios en el territorio nacional e internacional y desde el IAT ganaremos en especialización", afirmó Luque.

El IAT, con una plantilla de 130 personas y sedes en Sevilla, Málaga y Guadalajara (México), centra su actividad en la ejecución de proyectos de I+D y presta Servicios Intensivos en Conocimiento (SIC), con un portfolio que incluye gestión de I+D, mejora de productos, procesos, certificación, etcétera. En 2012 facturó 10 millones de euros. El Citma, con ocho personas en plantilla, lo hizo por un valor de 500.000 euros.

El IAT ha establecido una alianza estratégica con otros tres centros tecnológicos andaluces: el Citic, de tecnologías de la información; el Catec, de la aeronáutica; y el Cetaer, de energías renovables. Gracias a este acuerdo, son socios preferentes en la prestación de servicios y optan conjuntamente a proyectos de carácter nacional e internacional.