La economía española se encuentra firmemente afianzada en una trayectoria positiva, liderada por las exportaciones y a la que la demanda doméstica podría contribuir a partir de este mismo año, según un informe elaborado por la agencia Moody's. En el lado negativo, el elevado déficit y el creciente nivel de endeudamiento hacen que las finanzas públicas españolas sean comparativamente más débiles que los países de su entorno.

La agencia destaca entre los aspectos favorables para España el tamaño, diversificación y riqueza de su economía, los progresos alcanzados en el reequilibrio hacia un modelo más sostenible, y las reformas estructurales adoptadas. Sin embargo, y pese a que se está reduciendo, el alto nivel de endeudamiento "limitará la velocidad de la recuperación". De hecho, Moody's considera que ésta continúa siendo la principal debilidad crediticia de España.

"Mientras se espera que el déficit se reduzca gradualmente en los años venideros, la deuda pública probablemente sólo se estabilizará en 2016", señala Moody's, que insiste en que las elevadas necesidades hacen más sensible a España a las tensiones en los mercados de financiación. La calificadora de riesgos prevé que España registre un prolongado periodo de baja inflación, lo que hará que el proceso de reducción de deuda sea "difícil y doloroso".