En el sector de la construcción es una práctica común que las grandes compañías deriven parte de su carga de trabajo a subcontratistas. Pero a veces, y sobre todo a raíz del boom inmobiliario, ha sido difícil llevar un control exhaustivo de toda la información proporcionada por estas empresas, lo que ha derivado en casos de fraude.

Para evitar estas situaciones, Sando se propuso hace un par de años buscar una solución al problema. La constructora malagueña había sufrido en sus propias carnes la falsificación de los documentos que exigía a sus subcontratas a la hora de participar en la ejecución de sus obras e infraestructuras. "Algunos manipulaban la información antes de entregárnosla; eran falsificaciones tan profesionales de la vida laboral de los trabajadores, sus nóminas, el pago de los seguros sociales... que eran difíciles de detectar", explica Alejandro Sánchez, director de Organización y Procesos de Sando.

La malagueña Metadata ha codiseñado el sistema al que ya han subido sus datos 470 subcontratas

Para poner orden en todo ese maremágnum y contar con garantías de que los datos proporcionados eran ciertos, Sando desarrolló junto con la también firma malagueña Metadata una herramienta informática con la que realizar las comprobaciones correspondientes y evitar así los posibles fraudes. Además, con su puesta en marcha se homogeneizaba la documentación que se pedía en cualquier obra, ya estuviera en Lugo o en Sevilla.

La plataforma es muy sencilla y se apoya en el uso de certificados digitales. Los subcontratistas sólo tienen que instalarse el sistema en su ordenador y programarlo para que pida la documentación a la Seguridad Social, con lo que los resultados se suben de forma automática a la plataforma. "De esta manera logramos que la documentación no la toque nadie, que no haya intermediarios entre la Administración Pública y nosotros, con lo que no existe el riesgo de que se manipule o falsifique", añade Sánchez. La herramienta se ha desarrollado de tal modo que sólo permita acceder a los datos imprescindibles para autorizar o no la contratación con esa empresa, no a otra información sensible de la misma. "Por ejemplo, se nos oculta información de otros trabajadores que no estén en nuestras obras", matiza.

Pese a que la implantación de este robot ha desatado una "altísima resistencia" en los subcontratistas -"éste es un sector anquilosado en el que cuesta que cale el uso de nuevas tecnologías y nuevos procesos", asegura-, ya son 470 los que han subido su documentación al sistema. Pagan entre 70 y 200 euros al año -según su número de empleados- por tener su espacio en la plataforma y que ésta le valide su información. Lo que se trata es de comprobar que las empresas no tengan deudas con la Seguridad Social, estén al día en prevención de riesgos laborales, paguen las nóminas...

Metadata es la empresa a la que se ha externalizado la gestión del servicio desde que se lanzara hace un año. "Antes todo ese trabajo se hacía dentro de Sando y de forma manual, lo que consumía un tiempo infernal, mientras que ahora ese personal se puede dedicar a otras actividades de mayor valor añadido", presume el director de Organización y Procesos de la constructora.

El proyecto se ha implantado a nivel nacional y se encuentra en fase de consolidación. En las obras de Sando fuera de España aún no se ha puesto en marcha, puesto que requiere de un conocimiento profundo de la legislación de cada país.