El consorcio automovilístico alemán Volkswagen confirma que ha negociado el pago de 4.300 millones de dólares (4.095 millones de euros al cambio actual) con autoridades estadounidenses para cerrar las multas civiles y penales en Estados Unidos en relación con el caso del diésel, para lo que ha admitido la culpabilidad.

La compañía confirmó, de esta forma, que se encuentra en "negociaciones avanzadas" con el Departamento de Justicia de Estados Unidos y con el de Aduanas y Protección de Fronteras del país para alcanzar un acuerdo en relación con las investigaciones criminales y ciertas multas en el ámbito civil vinculadas con el caso del software que alteraba las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) en algunos modelos diésel.

La corporación que preside Matthias Müller indicó que este acuerdo incluye, a su vez, la puesta en marcha de medidas para reforzar los sistemas de control de la empresa, entre las que destaca el nombramiento de un monitor independiente para los próximos tres años.

Al mismo tiempo, Volkswagen subrayó que este pacto contempla el reconocimiento de culpa por parte de la multinacional con sede en Wolfsburg en relación con disposiciones penales en Estados Unidos y también añade una declaración de hechos sobre la que se basarán las multas.

Desde la compañía aseguraron que este principio de acuerdo todavía tiene que ser aprobado por sus consejos de administración y vigilancia y por otros organismos de la empresa. La previsión es que dichos estamentos se reúnan durante este miércoles.

Finalmente, Volkswagen aseguró que, en caso de que este acuerdo se lleve a cabo, tendrá un impacto negativo sobre sus cuentas que superará las provisiones realizadas. "El impacto concreto en relación con los resultados anuales de 2016 no puede ser definido actualmente por la dependencia de varios factores", apuntó la multinacional.