"La rentabilidad financiera es compatible con la rentabilidad social". De este modo definió ayer Esteban Barroso, director general de Triodos Bank en España, la premisa sobre la que se sustenta la operativa de su entidad. Nacida hace 28 años en Holanda, desembarcó en territorio español a finales de 2004 y ayer inauguró en Sevilla la delegación desde la que cubrirá el mercado andaluz. La apertura de esta nueva oficina, que funcionará bajo las directrices de José Antonio Carbonell, viene justificada por tres razones básicas, según explicó Barroso: "Se trata de una región muy activa en ámbitos prioritarios para Triodos; hay numerosas personas e instituciones que quieren incorporar sus ideales a las decisiones financieras que adoptan, y existen profesionales de la banca que creen en lo que hacemos".

La particularidad que diferencia a este grupo, y que lo ha convertido en uno de los referentes de la banca ética en Europa, es que los recursos que capta a través de los depósitos que contratan sus clientes los destina exclusivamente a financiar proyectos sociales, culturales y medioambientales. De hecho, entre los que ya ha impulsado en Andalucía destacan el Museo de Baile Flamenco de Sevilla, una residencia para personas con discapacidad en Córdoba, explotaciones de agricultura ecológica, energías renovables o iniciativas vinculadas al comercio justo.

Aunque, de momento, Triodos no comercializa hipotecas o créditos al consumo para particulares, la entidad no descarta hacerlo más adelante. Es más, ya dispone de una ecohipoteca "para clientes cercanos y con cierto recorrido dentro del banco". En la actualidad, su gama de productos y servicios va desde los depósitos a la domiciliación de nóminas y recibos o la emisión de tarjetas de crédito. Y todos ellos presentan algún componente relacionado con la "sostenibilidad o la mejora de la realidad social". Sirva como ejemplo el caso de las tarjetas: fabricadas en plástico reciclable sin PVC, Triodos planta un árbol en nombre de cualquier titular que las utilice para abonar sus compras (está levantando una especie de bosque en la Sierra de Alcaraz, en Albacete).

A juicio del director general de la entidad, lo que distingue a sus clientes de los del resto de la banca es que "se han planteado la cuarta pregunta". Esto es, "no sólo valoran qué seguridad, rentabilidad o liquidez se les está ofreciendo, sino también qué hará la entidad con su dinero y qué realidad promoverá". El banco holandés cuenta en España con 11.000 clientes (la cifra crece a un ritmo anual del 37%) y una cartera de inversiones de 250 millones de euros. En Andalucía, se ha marcado el objetivo de alcanzar los 2.000 clientes y entrar en rentabilidad en un año.

En cuanto a la crisis financiera, Esteban Barroso apuntó que el hecho de invertir en "economía real conlleva muchas ventajas" y aísla, en cierto modo, sus efectos. Asimismo, subrayó que disponen de un ratio de solvencia del 15% y una posición de liquidez equivalente al 35% de su balance.