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Economía

El beneficio de Repsol cae un 14,6% hasta junio

  • La compañía ganó 903 millones de euros. El retroceso en las ganancias se debe al efecto que el precio del petróleo ha tenido sobre el valor de los inventarios estratégicos de hidrocarburos.

Repsol obtuvo un beneficio neto de 903 millones de euros en el primer semestre del año, cifra un 14,6% inferior a la del mismo periodo de 2011, según ha informado la petrolera, que ha indicado que en este resultado se excluye YPF. La compañía ha explicado que el descenso de su beneficio semestral se debe principalmente al efecto negativo de 328 millones de euros que el precio del petróleo ha tenido sobre el valor de los inventarios estratégicos de hidrocarburos.

Descontando el efecto inventario, el beneficio neto de las operaciones continuadas de la petrolera aumenta un 3,1% hasta junio, situándose en 894 millones de euros. Incluyendo YPF, que Repsol contabiliza como operaciones interrumpidas pero que deja de consolidar en el grupo, la petrolera obtuvo un beneficio neto de 1.036 millones de euros en el primer semestre, un 22,9% menos que en el mismo periodo del año pasado.

El resultado de explotación del grupo alcanzó los 1.966 millones de euros en los seis primeros meses del año, lo que supone un 6,8% menos que en igual periodo de 2011. Repsol explicó que este retroceso es consecuencia del mencionado efecto inventario y precisó que, sin él, el resultado de explotación aumenta un 10,4%, hasta los 1.972 millones de euros.

Repsol dispone en la actualidad de una liquidez de 7.800 millones de euros, así como de una caja disponible de 3.100 millones y unas líneas de crédito no utilizadas por 4.700 millones de euros. La deuda neta, excluida Gas Natural Fenosa, asciende a 5.170 millones de euros. Como parte del plan estratégico recientemente presentado por Repsol para el periodo 2012-2016, la petrolera ya ha acometido desinversiones por valor de cerca de 1.850 millones de euros, inscritas en su objetivo de alcanzar 4.500 millones de euros. La última de ellas, valorada en 540 millones, afectó a la actividad de butano en Chile.

El área de mayor crecimiento del grupo, la de exploración y producción (upstream), registró una mejora del 41,9% en el resultado de explotación, hasta 1.144 millones, gracias a la normalización de la actividad en Libia, el aumento de la producción y los mayores precios de realización de crudo y gas. La producción total de hidrocarburos aumentó un 3,8% durante el semestre, hasta 321.665 barriles equivalentes de petróleo al día, gracias especialmente a la de líquidos, que se incrementó un 21,8%. Los precios de la cesta de crudo registraron subidas del 8%. Las inversiones en upstream ascendieron a 1.109 millones en el semestre, un 40% más, y de esta partida las correspondientes con la actividad de desarrollo equivalieron al 54% del total, mientras que las de exploración fueron el 24%. El grupo aspira a elevar su producción de hidrocarburos a una tasa media anual del 7%.

En cuanto al gas natural licuado (GNL), el resultado de explotación ascendió a 237 millones, frente a 168 millones en el mismo periodo del año anterior, lo que supone una mejora del 41% gracias a los mejores márgenes de comercialización. El área de downstream, que incluye refino y marketing, sufrió en 328 millones el efecto de la comparativa de inventarios y obtuvo un beneficio de explotación un 62,8% inferior al del mismo periodo del ejercicio anterior, hasta 277 millones de euros. El descenso en el resultado de explotación del área de downstream se debe al menor valor de los inventarios como consecuencia de los precios de referencia, así como a los efectos de la crisis económica, especialmente en la actividad de química y marketing, compensados parcialmente por la mejora de los márgenes de refino y del gas licuado del petróleo (GLP).

En sus resultados, la compañía informa de que, como consecuencia de la "ilícita y discriminatoria expropiación" de YPF, durante el primer semestre se aprecia una pérdida neta de 38 millones relacionada con el "efecto de la confiscación" de la filial argentina y, en concreto, con la pérdida de valor de las acciones y la regularización del crédito concedido en su momento al Grupo Petersen.

En concreto, estos 38 millones de pérdidas son el efecto de dar de baja activos, pasivos e intereses minoritarios por valor de 4.174 millones, provisionar préstamos y garantías relacionados con el crédito a Petersen por 1.456 millones, registrar un activo por un impuesto diferido por 524 millones y dar de alta la participación del grupo en YPF como consecuencia de la expropiación y del resto de acciones, por 5.673 millones.

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