Caisse d'Epargne, grupo que representa a todas las cajas de ahorros francesas, reconoció ayer que ha perdido alrededor de 600 millones de euros, como consecuencia de "un importante incidente" en su actividad bursátil, ocurrido durante la pasada semana. El error estuvo relacionado con productos derivados, una actividad que, según la entidad, es "independiente" de su tesorería. En este sentido, subrayó que "no afectará a la solidez financiera del grupo ni a la clientela", y recalcó que dispone de más de 20.000 millones de euros en fondos propios.

Por otra parte, Caise d'Epargne destacó que "se tomaron inmediatamente las medidas necesarias para liquidar la posición" en la que se había invertido y "poner fin a esa actividad. Se dictaron sanciones y se informó a las autoridades de tutela". De acuerdo con la información facilitada por una fuente próxima al caso, las seis personas del equipo responsable del incidente fueron sancionadas, mientras que el director financiero del grupo fue despedido.