-¿Qué cambiará en UGT-A?

-La ejecutiva no será la misma, por lo que la forma de trabajar y las relaciones personales cambiarán. En la dirección habrá nueve personas [antes eran 14] y cinco serán nuevos.

-¿Y más allá de eso?

-Queremos profundizar en la participación de los afiliados.

-¿Cómo?

-Ya tenemos el mecanismo: las nuevas tecnologías, y las usaremos tanto para informar como para ser aconsejados. Las propuestas las consultaremos con los afiliados y queremos llegar hasta el último de ellos.

-Queréis convertir a los afiliados en militantes

-Nuestros afiliados, igual que el modelo de sociedad, han ido cambiando. Parecen más afiliados de una entidad que les presta servicios que de una organización en defensa de sus intereses. Pretendemos que se vuelva a una senda de mayor militancia.

-Pastrana dijo el otro día que UGT-A tendrá que ser más radical y reivindicativa. ¿Está la organización preparada?

-No nos queda más remedio. Tenemos propuestas para que esto cambie: poner hasta la última gota de sangre y el último céntimo de euro en la creación de empleo. Si esto no se produce no tenemos más remedio que estar en la calle.

-Se dice que han perdido capacidad de movilización, que están desprestigiados, anquilosados...

-¿Eso quién lo dice?

-Está en la calle.

-Lo que hay es una estrategia definida para crear una opinión pública en una dirección. Yo no veo menos capacidad de movilización que hace dos, tres, cuatro o quince años. Comparemos la del 1 de Mayo con las anteriores.

-Dada la situación, lo lógico es que hubiera más gente.

-Sí, pero los primeros de mayo son los primeros de mayo. Hemos hecho huelgas generales y no sé cuántas manifestaciones. No hemos sentido que estamos solos.

-¿Ve una diferencia nítida entre las políticas de la Junta y el Gobierno central? ¿O cree que todo es cuestión de imagen?

-Hay dos formas de gobernar. No hay más que ver las medidas de uno y otro en temas básicos como sanidad y educación. La Junta podría hacer algo más, pero hay un problema en la aplicación del déficit por parte del Gobierno que impide que la Junta apoye con más dinero la creación de empleo.

-¿No es cierta la imagen de que el sindicato está más presente en el sector público o la gran industria que, por ejemplo, en las pymes?

-Si me apuras todo lo contrario. Tenemos una mayor presencia en la pequeña empresa que en la grande. Quizás donde más hemos perdido sea en el sector público.

-Por la reordenación.

-Hemos pagado una campaña de desprestigio del sindicalismo de clase. Pero nos recuperaremos. El tiempo da y quita razones. Ni engañábamos al personal laboral ni a los funcionarios. Es compatible que ambos convivan.

-Algún dirigente ha confesado sentirse "tocado" por las acusaciones de de irregularidades.

-Las infamias, las campañas orquestadas para desprestigiarnos, terminan minándote. No hay a veces dónde acudir para que se repare. Es fácil aquí poner a alguien de vuelta y media. No pasa nada.

-Tienen los tribunales.

-Tenemos ejemplos de sentencias que avalan informaciones amparándose en la facultad de la libre expresión. No es fácil conseguir una sentencia favorable.

-¿Pone la mano en el fuego de que no ha habido desvío de fondos a UGT en el caso de los ERE?

-No tengo constancia de que ningún compañero haya hecho algo irregular o ilegal. Si lo hubiera, no contaría con nuestro respaldo.

-¿Cómo justifica que UGT-A compre una casa en Sevilla para que sea la vivienda de Pastrana?

-Los miembros de la comisión ejecutiva no son asalariados de UGT, cobran de su empresa. Con su sueldo de 1.800 euros, Manolo no puede pagarse la actividad del sindicato. Si se queda en un hotel, no hay problema. Pero el sindicato hace sus números y si en vez de pagar un hotel compra una vivienda, tienes además un patrimonio del propio sindicato. ¿Eso es malversación?

-UGT-A se ha visto inmersa en un ERE que terminó sin acuerdo. Usted pide lealtad a los trabajadores.

-Se dice que un sindicato no puede despedir, pero según ese principio tampoco podemos contratar. Si tienes una realidad económica que te obliga a ajustar plantilla, lo haces. Eso cuesta entenderlo, y lo entiendo, pero tiene que haber lealtad. No hay motivo para que información del sindicato que no tiene que circular salga fuera. Eso puede llamarse... (hace una pausa).

-Robo.

-En algunas circunstancias, puede. Si los compañeros no son leales, la organización tendrá que ajustar a derecho su propio interés.

-Eso es investigar o actuar contra esas personas.

-Esta claro.

-Hablan de movilización, de rebelión, pero la gente lo que está es hastiada de todo y de todos.

-Eso es por un modelo que se está implantando, muy meditado.

-¿Para provocar ese hastío?

-El capital está creando una forma de pensar para que la decepción entre la ciudadanía sea mayúscula y el mercado haga y deshaga a su antojo. Para hacer eso se extiende la idea de que los partidos son iguales, corruptos, los sindicatos también, las instituciones, de que el individualismo es lo que vale.

-La izquierda está perdiendo la batalla ideológica, claramente.

-Está muy necesitada de un replanteamiento. Necesita de un encuentro como el de la internacional socialista en su día.

-Vosotros sí estáis de lleno en en esa guerra.

-En una pelea sí, en una pelea ideológica. Hace falta mucho debate, mucho análisis.

-Y se trata, ahora, de intensificar la lucha con mayor implicación del afiliado.

-La organización es lo que quieran los afiliados. La estrategia de la derecha está calando. O plantamos cara o acabaremos en una sociedad que no queremos.

-Eso puede tener un coste.

-Los compañeros son un peligro para esos intereses. Por eso somos el objetivo de la derecha y corremos un riesgo de desaparecer. Pero vamos a pelear para que ese modelo de sociedad que plantean no se haga realidad.