Economía

La sostenibilidad del golf pasa por la eficiencia y el ahorro energético

  • El sector demanda asesoramiento especializado para mejorar su competitividad y reivindica su aportación a la economía andaluza en riqueza y creación de empleo

El estallido de la crisis económica, tras una década en la que se duplicó el número de campos de golf en España, y el inminente endurecimiento de la normativa ambiental europea sitúan a este sector en un momento determinante para su futuro. La aplicación de la tecnología más avanzada para mejorar la eficiencia energética y la gestión del agua es la clave para garantizar la viabilidad de una actividad cada vez más relevante por su aportación en la economía andaluza en términos de riqueza y empleo.

Ésta es la conclusión a la que llegaron ayer los invitados al Desayuno de Redacción La gestión en los campos de golf: eficiencia y sostenibilidad, organizado por Grupo Joly con el patrocinio de Aquagest Andalucía. En el encuentro, moderado por Juan Manuel Marqués, subdirector de Publicaciones de Grupo Joly, participaron Antonio Milla, director general de Aquagest Andalucía, Antonio Escamilla, director del Segmento Golf de Aqualogy; Manuel Lozano, director de la Asociación Española de Gerentes de Golf; Javier Reviriego, director general del Club de Golf Valderrama; y Darío Caparrós, greenkeeper de Golf Hato Verde y secretario de la junta directiva de la Asociación Española de Greenkeepers.

Ante la difícil coyuntura económica, el principal reto al que se enfrentan los gestores de los campos de golf consiste en garantizar la rentabilidad de las instalaciones sin que ello vaya en detrimento de la calidad y de la sostenibilidad ambiental. "Lo que necesitan los campos de golf es una gestión sostenible y eficiente, y eso pasa por la optimización del agua y del consumo de energía", señaló Manuel Lozano, que incidió en que "los directores no son expertos y se tienen que dejar asesorar en los aspectos técnicos".

Darío Caparrós, en representación de la asociación de profesionales responsables del mantenimiento de las instalaciones golfísticas, insistió en que los greenkeepers han logrado una gran perfección en la gestión de los recursos hídricos. "El concepto es que cuanto menos se riega, más sostenible se es tanto en el ámbito medioambiental como en el económico", manifestó Darío Caparrós. En ese sentido, desidealizó el concepto anglosajón de campo de golf. "Creemos que si el campo no está verde, no se puede jugar, pero con una buena gestión agronómica que ajuste el tipo de riego con el nivel de mantenimiento que queremos dar, sí es posible. Mantener un campo como en el Reino Unido es inaplicable con nuestras condiciones climáticas", señaló el directivo de la Asociación Española de Greenkeepers.

En ese punto discrepó el director general de Valderrama, Javier Reviriego, que subrayó que "si se pone en duda la aportación de agua, lo que falla es el modelo del campo de golf". "Eso es culpa de los proyectos en sí. Hay gestores que se han encontrado con problemas insalvables", destacó Javier Reviriego, que resaltó que "el golf es un deporte muy televisado, y el cliente espera lo que ve en la televisión".

El director general de Aquagest Andalucía, Antonio Milla, aportó un punto de encuentro entre ambas percepciones. "De alguna manera, el campo debe repercutir en sus tarifas los costes, pero hay campos que si no hacen lo que dice Darío Caparrós desaparecerían", señaló Antonio Milla, que destacó que la compañía tiene una larga experiencia en la optimización del regadío agrícola que puede ser aplicable también en el ámbito de los campos de golf. "Lo único bueno de la crisis es que nos ha abierto los ojos a todos. Es el momento de tomar decisiones", subrayó.

En donde sí coincidieron tanto Darío Caparrós como Javier Reviriego es en la necesidad de buscar asesoramiento en materia de eficiencia energética. "La electricidad es la principal culpable de los desajustes en los presupuestos", aseveró Darío Caparrós, que insistió en que "es el momento de invertir, no de gastar".

Según Javier Reviriego, uno de los aspectos más cambiantes es el de "los costes de bombeo". "Ahí es importante que haya una buena consultora. Yo no tengo capacidad para comparar ni saber si lo estoy haciendo bien o no", observó el director de Valderrama.

Desde el punto de vista técnico, el director del Segmento Golf de Aqualogy, Antonio Escamilla, recordó que Agbar, la matriz de Aqualogy, ya tenía contacto con este sector antes de la creación de la nueva marca. Escamilla apuntó que la tecnología es una clara ayuda para mejorar la eficiencia de los campos de golf. Asimismo, señaló el potencial de ahorro en la factura de electricidad con la introducción de sistemas de producción energética renovables para consumo interno como la solar fotovoltaica y minihidráulica, sobre todo si los campos son de nuevo diseño. Otra de las iniciativas que puede ser de gran utilidad es un software desarrollado por Agbar para sus propias instalaciones que puede tener una aplicación en este campo. En función de los parámetros recogidos en los casi 5.000 bombeos de Agbar en España, este programa permite optimizar su funcionamiento según la demanda, logrando un fuerte ahorro energético.

El director del Segmento Golf de Aqualogy recordó que la normativa europea medioambiental cambiará en dos o tres años, y endurecerá los requisitos para el uso de agua reciclada y el empleo de productos fitosanitarios. "O nos preparamos para este reto, o nos enfrentaremos a una nueva crisis", destacó Antonio Escamilla.

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