Economía

Un 'souvenir' telefónico no deseado

  • Navegar por la red con el móvil en el extranjero puede salir por un 'pico' inesperado

El souvenir de las vacaciones tal vez no llegue con nosotros en la maleta, sino por correo. Vodafone, Movistar, Orange o cualquier otro operador europeo de los 13 estudiados por Facua-Consumidores en Acción pueden dejarnos una inesperada postal en el buzón para que no nos olvidemos del viaje. Las facturas con las que algunos turistas se han encontrado a su regreso, después de haber estado navegando por internet en roaming en el extranjero, ascienden a cientos o miles de euros, según la organización de consumidores. El roaming, vagabundeo en castellano, nos permite pasar de un país a otro y a sus respectivas zonas de cobertura sin perder la conexión del móvil o módem portátil que llevemos. Pero el peaje de vagabundear por internet internacionalmente no es bajo para las compañías, y mucho menos para los usuarios.

Las tarifas, que los operadores parecen reservarse para sí mismas, resultan más adecuadas al internet de los años 90, cuando la trasnferencia de datos se limitaba básicamente a texto. Con el internet de hoy día, colmado de fotos y vídeos, nadie se plantea el tener que pagar más de 10 euros por cada mega descargado. Para que se hagan una idea, ver en el móvil un vídeo de Youtube de un minuto de duración podría salirnos por unos 30 euros si lo hacemos en el extranjero. Un capítulo de una serie televisión, 3.500. Y abrir un correo electrónico que contenga un par de fotos de calidad estándar, hasta 60 euros. Los precios varían en función del operador y el país en el que estemos. Vodafone y Orange cobran 5,80 euros, impuestos incluidos, por cada mega transferido en la Unión Europea. Movistar cobra 11,60. Si navegamos fuera de la UE, el precio del mega no baja de los 11,60 euros en ningún caso.

Es caro, sí. Basta con no navegar con el móvil en roaming si queremos que nuestro souvenir telefónico se limite a un imán para la nevera de una cabina inglesa. El problema es, una vez más, la falta de transparencia a la hora de informar sobre los precios del servicio, según denuncia Facua. Las tarifas planas de internet móvil que ofrecen las compañías no se aplican fuera de España, aunque se nos venda la idea de que podemos llevarnos internet a donde queramos. Una alternativa algo menos prohibitiva es contratar bonos de navegación, aunque tienen límites de descarga -de 50 a 100 megas y con precios que van de los 14 a los 100 euros- a partir de los cuales se vuelve a cobrar por cada mega.

Lo altas que pueden llegar a ser las facturas ha hecho que el Parlamento Europeo haya elaborado un reglamento que obliga desde julio a las compañías a informar sobre las tarifas al usuario que inicie por primera un servicio de datos en cualquier Estado miembro de la UE. Además, a partir de julio del año que viene, este reglamento obligará a las compañías a fijar un límite de facturación por servicios de 50 euros más impuestos al mes, que podrá ampliarse a petición de los usuarios. Se pretende, así, que los que cuelen souvenirs a los viajeros sean solamente los pillos habituales de las zonas turísticas.

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