Sonrisas torcidas en la sede de Podemos Málaga en una noche en la que primó la decepción para la alianza tejida entre la formación morada e Izquierda Unida (IU). "No hemos podido. A esta insatisfacción creo que hay que ponerle una nota de optimismo: los resultados en Málaga nos permiten tener unas caras más alegres de las que tenemos aquí". Con estas palabras intentaba ayer Alberto Montero, cabeza de lista de Unidos Podemos por la provincia, hacer frente a los resultados de la coalición en unas elecciones en las que, a pesar de mantener los dos escaños en el Congreso de los Diputados conseguidos en los comicios de diciembre, apenas han superado el número de votos con los que la formación liderada a nivel nacional por Pablo Iglesias sorprendió en Málaga en solitario.

Montero (Podemos) junto con Eva García Sempere (IU) representarán a la provincia en la Cámara Baja gracias a 139.634 votos -un 18,82%-; 46.118 apoyos menos que el conjunto conseguido entre ambas el pasado 20 de diciembre de 2015, siendo tercera fuerza en la provincia. No obstante, IU vuelve a hacerse hueco en el Congreso tras quedarse sin escaño en los pasados comicios. "No ha sido lo esperado. Esperábamos unos resultados mayores no por nosotros, sino por el cambio necesario en este país", valoró García Sempere tras aparecer entre aplausos junto a Montero y representantes de ambos partidos a nivel provincial.

Unidos Podemos achacó este paso atrás a la "estrategia del miedo" llevada a cabo por el PSOE. "Esta es la expresión evidente de la tensión, de la campaña del miedo que ha funcionado llevando a los ciudadanos a votar opciones que van contra sus intereses. Una camapaña que ha sido tremendamente agresiva por parte del PSOE, tanto que han sido capaces de entregar Andalucía al PP a cambio de no permitir aceptar la mano que le tendíamos", agregó el número uno de la alianza, recalcando que mantienen dicha opción "si ven oportuno evitar que el PP llegara a formar Gobierno".

No obstante, en el ambiente se palpaba la resignación ante un posible mandato de Mariano Rajoy. "El ascenso [del PP] me parece dramático. Lo tiene bastante fácil", agregó. Aun así, la coalición se aferra a "seguir trabajando" para cualqueir opción alternativa. "Mañana [por hoy] vamos a empezar a trabajar para profundizar la estrategia que habíamos llevado y creemos que es la acertada para un cambio en este país. Vamos a seguir trabajando para conseguir ese cambio sea desde la posición que sea", indicó Sempere.

La ilusión durante la campaña electoral ha terminado siendo proporcional a la decepción entre las filas de ambas formaciones tras el escrutinio. Unidos Podemos se queda sin el nombrado sorpasso. Esperaban al menos superar el PSOE en votos pero se mantienen igual que en diciembre. Las expectativas creadas por las encuestas previas y el pulso social se tornaron en preocupación por el ascenso de los apoyos del PP y la pérdida de confianza de su electorado tras los últimos comicios de diciembre. "La situación es de insatisfacción que produce el sentir que quienes creamos este proyecto para ganar este país para la gente decente no hemos podido hacerlo con la velocidad que pretendíamos porque la situación era de emergencia y nos corría prisa tratar de solventarla", explicó Montero, quien recalcó la idea de continuar con la misma línea de trabajo durante los próximos años.