El presidente del Gobierno en funciones y candidato del PP a la reelección, Mariano Rajoy, ha asegurado este miércoles que lo que está "en juego" en las elecciones del 26 de junio es la "moderación" frente a la "radicalidad", un mensaje que ha repetido con ahínco después de que una espontánea haya interrumpido su mitin gritando "partido de corruptos". 

Rajoy ha llegado en tranvía al acto público que el PP ha organizado en Sóller con varias decenas de simpatizantes y afiliados del PP y que ha tenido lugar en un restaurante situado junto al puerto de esta localidad mallorquina. Le ha acompañado la candidata del PP al Congreso por Mallorca, Teresa Palmer. 

Durante el acto, Rajoy ha pedido una vez más concentrar el voto en el PP para frenar a Podemos, ya que, con la alianza con IU pude conseguir "15 o 16 escaños más" en las urnas este domingo. Cuando estaba hablando de lo que estaba en juego este domingo, una mujer le ha interrumpido al grito de "partido de corruptos" y el jefe del Ejecutivo ha respondido "ahí, ahí, ahí...". 

En ese momento, los asistentes se han dirigido a esa espontánea gritándole 'fuera, fuera"  y "presidente, presidente", lo que ha provocado que Rajoy se percatara de lo ocurrido y retomara una de las principales ideas de su discurso: "Eso es lo que nos jugamos el próximo domingo, la moderación contra el extremismo y los radicales". 

En este sentido, ha señalado que se juegan la "moderación" contra "todos aquellos que se creen en posesión de la verdad" y que "quieren hacer tabla rasa de lo que ha sido el esfuerzo de los españoles" a lo largo de estos años. "Por eso, la España moderada tiene que caminar juntos, tiene que sumar y entonces, una gran mayoría de los españoles tendrá una hermosa historia para contar", ha concluido.

Que primen "los votos de la gente"

Rajoy ha asegurado este miércoles que en España desde 1977 ha gobernado "siempre" el candidato de la lista más votada y ha criticado que sus rivales quieran primar la suma de escaños a "los votos populares y lo que ha dicho la gente" en las urnas. A su entender, la alternativa al PP es un acuerdo entre PSOE, Ciudadanos y Podemos. 

"¿Van a apoyar el PSOE y Ciudadanos a Podemos?. Ésa es una alternativa, pero sería muy lesiva para los intereses de los españoles que quieren que continuemos trabajando por la recuperación económica", ha declarado Rajoy en una entrevista en Onda Cero, recogida por Europa Press, para añadir que si los socialistas y el partido de Albert Rivera "van a hacer lo mimo", la situación "no deja de ser un poco absurda". 

El jefe del Ejecutivo ha afirmado que él cree en el "normal funcionamiento de las instituciones democráticas" y ha añadido que desde que volvió la democracia a España en 1977 "el primero, el candidato de la lista más votada, ha gobernado siempre y no ha habido ninguna situación de excepcionalidad".

"No conviene" oponer escaños a votos

"Y por tanto, no conviene oponer los escaños que pueda tener alguien con los votos populares y lo que ha dicho la gente", ha enfatizado, para abundar en que su posición es "la más sensata". De hecho, ha recordado que el PSOE y C's "intentaron formar algo" tras el 20 de diciembre, "que no tiene ni pies ni cabeza" y "al final" han tenido que ir de nuevo a elecciones. 

Rajoy ha insistido en que en España siempre ha sido presidente el más votado --ha recordado que así lo hizo también Felipe González con José María Aznar en 1996-- y ha recocido que pueden "votar todos al señor Iglesias" o "votar a cualquiera". De hecho, ha recordado que en Italia los últimos tres presidentes de Gobierno "no fueron elegidos por nadie" y "ni se presentaron a las elecciones". 

"Si al final hacemos elecciones para elegir a alguien que no se presenta alas elecciones tendremos un sistema democrático un poco singular. A mí déjeme que trabajar en la normalidad democrática", ha indicado, para insistir en que lo "normal" es que sea presidente el partido más votado y que "siempre" ha sido así. Asimismo, el presidente del Gobierno en funciones ha subrayado que la hipótesis de ir a unas terceras elecciones sería algo "absolutamente disparatado" y ha recordado que su Ejecutivo lleva en funciones desde octubre del año pasado, sin aprobar leyes. A su entender, no se puede seguir más tiempo así.

Debate de investidura

El jefe del Ejecutivo ha defendido la misma posición que mantiene desde diciembre asegurando que no irá a la investidura si no cuenta con los apoyos suficientes para salir investido, ya que no parece "muy razonable cambiar de opinión y de criterio". Eso sí, ha dicho que hay que esperar a ver si el Rey le plantea someterse a ese debate de investidura y, por lo tanto, hasta ese momento no fijará "ninguna posición". 

"No voy a decir absolutamente nada sobre ese asunto porque a mi el Rey no me ha planteado nada y es un asunto que trataremos después de las elecciones y vamos a ver cuál es la decisión que toma el Rey", ha señalado, para agregar que no tenía sentido que él se pronunciara sobre algo que ni siquiera sabe si se lo va a plantear Felipe VI. 

Preguntado si pase lo que pase en las elecciones está dispuesto a continuar, el jefe del Ejecutivo ha indicado que todavía no ha pasado "nada" porque ni siquiera han llegado al domingo para que los ciudadanos se pronuncien. "De este asunto, si le parece hablamos el lunes", ha aseverado. 

En cuanto a su relación con Albert Rivera, ha señalado que "jamás" ha tenido con él el más mínimo problema y, ante las críticas del líder de Ciudadanos, ha subrayado que en campaña" se produce la "disputa lógica". Además, ha mostrado su disposición a mantener encuentros con sus adversarios políticos la próxima semana como ya hizo en diciembre porque la iniciativa "la debe tomar quien tenga más número de apoyos", si bien ha reconocido que él prefiere reuniones bilaterales.