YA se ha acabado la campaña y, por el momento, nos vamos a ahorrar más mítines, besos y abrazos. Hoy toca descansar, los candidatos dedicarán el día a hacer esas cosas tan naturales como salir a pasear con un fotógrafo al lado, leer un libro en casa con un fotógrafo al lado o tomarse un botellín fresquito con un fotógrafo al lado. Jornada de reflexión en la que no se puede pedir oficialmente el voto so pena de excomunión. Sábado de resaca europea después de que los británicos hayan decidido darle puerta a la Unión Europea. Eso, unido a que Donald Trump sea el candidato republicano a las elecciones en EEUU, ha de servirnos para darnos cuenta de que en esta historia nosotros somos los normales y los anglosajones los raros. En plena era de la globalización, la Gran Bretaña ha decidido convertirse en la aldea gala donde resisten Astérix y Obélix. Cierto que a la UE le hace falta un repaso en condiciones, pero llegar a estos extremos es realmente inconcebible. Debe ser consecuencia de que el plato nacional sean las fish and chips.

Pero no nos vayamos por las ramas. Se acabó la campaña, ¡por fin! Los candidatos cerraron ayer sus discursos con una llamada a la responsabilidad en el voto que se emita mañana. Cada uno ve la responsabilidad según su parroquia. Para el PSOE de Felipe es no pactar jamás con Podemos. Para coleta morada es votarles solo a ellos. Para Mariano, la responsabilidad reside en la madurez de los españoles que le apoyan. Y para Rivera, ese valor se esconde en los que quieren cambios pero no están dispuestos ni al extremo ni al corrupto. Lo dicho, responsabilidad por barrios y ventanales. "Sed responsables", nos dicen, "nosotros cuidaremos de vuestra sabia decisión". Las cosas del paternalismo.

Apenas a 24 horas de que abran los colegios electorales hay muchos españoles dándole vueltas a la cabeza sobre cómo ejercer ese compromiso. A votar se va, seguro, pero cómo y a quién, se preguntan. Sin embargo, lo cierto es que hay que darle la vuelta a la cuestión y estimar que la responsabilidad en quien recae realmente a partir de ahora es en quienes nos piden nuestro apoyo. En los que deben ejercer con madurez la carga que llevan sobre sus hombros y que, salvo improbables sorpresas de última hora, les va a volver a colocar ante un escenario en el que la aritmética marca el camino del acuerdo y el diálogo. La misma senda que se les señalara el 20-D y que ignoraron por completo. Ahora han pasado seis meses, llevamos ocho con un Gobierno interino y el panorama comienza a pintar demasiadas nubes en el horizonte como para que se repita lo ocurrido en Navidad. Los electores van a exigir mañana máxima responsabilidad a sus representantes para que no les fallen y de una vez por todas hagan algo para que este país salga del atasco. La misión no es desde luego baladí y requiere un esfuerzo decidido en pos de una solución. Exige responsabilidad máxima. ¿Serán capaces de asumirla? Aunque parezca mentira o pequemos de caer en el engaño propio creamos solo un momento que sí. Igual hasta nos sorprenden. Que para irresponsables están ya los ingleses.