El secretario general y candidato del PSOE, Pedro Sánchez, no contempla apoyar al líder de Podemos, Pablo Iglesias como presidente del Gobierno en caso de que los socialistas queden terceros por detrás de Unidos Podemos, al considerar que el referéndum catalán y su plan económico son un obstáculo insalvable. 

Sánchez se ha colocado por primera vez en el hipotético escenario de que el PSOE quede tercero en las elecciones del 26 de junio y de la decisión que su partido adoptaría frente al PP y a Unidos Podemos. "No voy a apoyar al Gobierno del PP e Iglesias no va a ser presidente", ha sentenciado el candidato del PSOE en una entrevista en Onda Cero el día en que se han publicado las últimas encuestas, que reafirman el 'sorpasso' de Unidos Podemos en escaños y votos. 

Tras insistir en que no respaldará ni por activa, ni por pasiva, la reelección de Mariano Rajoy, ni de ningún otro candidato del PP, ha anticipado que no tiene disposición de investir a Iglesias como presidente a tenor de algunas de sus principales propuestas. "No vamos a apoyar a ningún gobierno que fragmente la soberanía nacional de España y no vamos a apoyar a ningún gobierno que cuestione la viabilidad económica y social de nuestro estado del bienestar y del incipiente crecimiento económico que ahora estamos disfrutando", ha afirmado Sánchez, quien ha remarcado que Unidos Podemos "no cumple" ninguno de los dos puntos. 

Sánchez ha reducido su agenda de hoy a un solo acto, celebrado en el barrio madrileño de Villa de Vallecas, históricamente socialista, pero entregado a Podemos desde las elecciones municipales del pasado año. 

El candidato, que se ha dado un baño de masas en su recorrido por el corazón del barrio, ha hecho un llamamiento a los votantes del PSOE fugados a Podemos, pero que están molestos con Iglesias, para que vuelvan a confiar en el puño y la rosa. "No se puede elegir entre lo malo y lo peor, ni sustituir un problema por otro", les ha dicho Sánchez en alusión a que la alternativa a Rajoy no puede ser Iglesias. 

Frente a "la intransigencia" y "los extremos", Sánchez ha insistido en que la solución pasa por "un cambio que sume y que no reste" y que anteponga "el compromiso, la honestidad y la decencia". "No os vamos a fallar, vamos a cumplir. Somos una alternativa solvente, con proyecto, equipos, renovación e ideas", ha destacado el secretario general, quien ha hecho hincapié en que, pese a los sondeos, su aspiración es ganar los comicios. 

Para lograr la mayor movilización posible en lo que queda de campaña, el PSOE ha puesto en marcha una última ofensiva consistente en hacer medio millón de llamadas a domicilios y distribuir diez millones de folletos con el fin de convencer al 30 por ciento de los indecisos que reflejan las encuestas. Los socialistas también van a duplicar sus actos en toda España, hasta llegar a los 1.300 desde este lunes al viernes, para extender el mensaje de sus candidatos a través de mítines e acciones callejeras de puerta a puerta en áreas donde detectan mayores bolsas de votantes potenciales. 

Ferraz cree que esta iniciativa puede movilizar a dos o tres puntos de participación, lo que podría suponer entre medio millón y 900.000 personas. Según los socialistas, si hubiera un índice de respuesta positiva de un diez por ciento, se lograría captar entre 50.000 y 90.000 votantes. El PSOE ya ha hecho este tipo de movilizaciones en otras campañas, pero no con tanta intensidad. "Ésta vez es la que más carne en el asador se va a poner. Queremos llegar hasta el último rincón", destacan desde el Comité Electoral. 

Las llamadas que se están haciendo van dirigidas a áreas preseleccionadas a partir de los datos de participación de otras elecciones donde los socialistas pueden tener más potenciales votantes. Sánchez reanudará mañana, martes, su agenda con un acto en Fuenlabrada (Madrid) y una visita a Extremadura, con sendos actos en Miajadas (Cáceres) y Villanueva de la Serena (Badajoz).