-¿Qué cree que pasará el 26-J?

-Todo transluce con la idea de fondo de que hay dos proyectos y dos fuerzas políticas que están disputándose la hegemonía del país. El PP por un lado y por otro, Unidos Podemos. Eso es tan evidente que desgraciadamente lo hemos convertido en el pim pam pum de las demás fuerzas políticas, sobre todo por parte del PSOE. Se ha creado una especie de frente anti Unidos Podemos muy fuerte y consistente donde están desde el PP, pasando por el PSOE y terminando en Ciudadanos.

-¿Cree que el PSOE tiene miedo a Unidos Podemos?

-Ellos han dejado de ser alternativa. Esto es como la liga: hay momentos en los que uno está llegando al final y tira la toalla y dice que quiere ser segundo. El PSOE, que hasta ahora siempre ha intentado ser la alternancia política, se da cuenta de que ya no es posible. Su única ilusión es ser el segundo y nosotros no salimos a eso, salimos a ganar. El PSOE se ha creído que tiene el monopolio de la política de progreso, le ha ido muy bien durante estos años no teniendo una competencia seria y por eso ahora sufre mucho. Ya se le ha olvidado la derecha.

-Sin embargo, parece que Unidos Podemos pretende tender la mano al PSOE.

-En el PSOE hay dos almas. El alma de compañeros socialistas que han entrado en el gobierno de Ada Colau o del País Valenciano y que están haciendo un gran trabajo. Después hay otra parte, una muy conservadora, anclada en el pasado y que no entiende a la sociedad. Esta es la vieja política ligada a los poderes fácticos, a la banca, que es la que representa en este caso Susana Díaz.

-¿Y el mensaje que lanza Unidos Podemos es a la parte que consideran buena o a las dos?

-Si Unidos Podemos gana, ganará en el PSOE su ala buena, la del progreso, la unitaria. Y perderán sus alas sectarias, las de derechas, las conservadoras.

-¿Considera que tienen posibilidades de arrebatar a Ciudadanos su escaño en Córdoba?

- El CIS dice que el segundo está próximo a ser ganador. Si las cosas suceden como esperamos, en Córdoba desempatamos. En Andalucía ha habido un empate estratégico que tenía que ver con algunas provincias en las que el PSOE tiene dificultades para mantener su hegemonía (Cádiz, Sevilla, Málaga). Pero quien desempata es Córdoba porque aquí sacaremos dos, además del diputado de Jaén con el cual se cierra el círculo virtuoso donde el ala buena y Unidos Podemos nos dan posibilidades de seguir convergiendo.

-Se critica por algunos sitios que no sea cordobés.

-Eso es una visión estrecha de la política, yo soy andaluz, de Jaén y un veterano. Y por cierto, también cordobés porque ya estoy empadronado. A parte de todo eso, yo creo que la clave en este momento es tener una visión de la política desde Andalucía y eso es lo que yo reivindico como un hombre de izquierdas, andalucista, que tiene en su centro, en su corazón político, la defensa de los intereses generales de nuestro pueblo.

-¿Y se considera más de IU o de Podemos?

-Yo soy el eje vertebrador de la unidad. Tengo la inmensa suerte de ser amigo personal de Alberto Garzón y de Pablo Iglesias. Me siento tan bien aquí que parece que soy del partido Unidos Podemos.

-Sin que Unidos Podemos sea un partido.

-Se puede decir que soy su primer militante. Hay una fuerza que vive, que emerge, que tiene un amplísimo deseo de renovación y que es UP. Vamos a desempatar en Córdoba y vamos a convertirnos en la gran fuerza política de Andalucía.

-¿Y qué le parecen las críticas a la coalición del ala más conservadora de IU que le han tachado de traidor?

-Yo me he sentido madrugador. Me he sentido como aquella persona que interpreta los datos de la realidad y que se arriesga a luchar por la unidad cuando eso parecía muy difícil. Ya lo intenté en las anteriores elecciones y ahora no solamente lo he intentado, sino que me siento madrugador-ganador. Los que hablaron mal de mí habrán entendido que cometieron un pequeño error.

-¿Cómo se presenta el futuro de IU?

-Lo veo perfecto, maravilloso, unitario, fino. Alberto Garzón le ha dado a IU una enorme capacidad de futuro, el problema de fondo es que el futuro lo conquistamos cada día y es por eso que yo reivindico Unidos Podemos.

-¿Iría en una candidatura de IU por separado?

-No.

-¿Y por Podemos?

-Tampoco. Además, tuve ofrecimiento para eso en las anteriores y no lo hice.

-Si finalmente no quedaran como segunda fuerza y el PSOE les adelantara, ¿ayudarían a Pedro Sánchez?

-Absolutamente. Estamos dispuestos, antes y ahora. La diferencia que hay es que nosotros queremos gobernar con un programa de progreso y no para hacer las políticas neoliberales de rostro humano que es lo que el PSOE firmó con Ciudadanos. Ya sabemos qué ocurre cuando el PSOE es segundo, que nos quiere mandar a nosotros a otro viento.

-¿Cuáles son las necesidades más apremiantes para Córdoba?

-Primero que se la defienda. Creo que a los partidos políticos más representativos de Córdoba, a la hora de la verdad, le tiemblan las piernas frente a sus direcciones. Lo primero que voy a hacer es defender con criterio firme los intereses de Córdoba; en segundo lugar crearé un comité parlamentario de amplio nivel y permanente y una comisión con los movimientos sociales, me quiero convertir en la correa de transmisión de estas organizaciones; y en tercer lugar lo que es prioridad, la cultura. Desde mi punto de vista, Córdoba es básicamente la modernidad, la cultura y su capacidad infinita de producir pintores, poetas, escultores y aunque apenas se note, teatro.

-¿Algún mensaje para los indecisos?

-La esperanza vencerá al miedo. La última muralla que le queda al poder y a los poderosos (desde Rajoy a nuestra locuaz presidenta) es el miedo, meter el miedo en el cuerpo de la gente para que no piensen. Lo que nosotros decimos es que la esperanza vencerá al miedo. Los que amamos a este país, que es nuestra patria, vamos a tener el coraje de vencer.