Pantalla de humo

La audiencia también roza la ingobernabilidad

  • Los 10,5 millones de españoles se reparten en fracciones casi similares entre las principales cadenas

FUE un programa aburrido, pero pese a todo la audiencia se interesó por este pulso a cuatro brazos y tres ojos. Un espacio institucional de la Academia de la Televisión que tomó la esencia del afortunado debate de Atresmedia pero que terminó convirtiendo en un torpón cara a cara con más caras. Los votantes respondieron con casi 10,5 millones de espectadores, con un curioso empate entre mujeres y hombres, 57% de cuota. Una audiencia que bostezaba entre el horario tardío y la falta de mordiente y dialéctica útil a cargo de los invitados.

Ha quedado claro que con los atriles los candidatos se parapetan a la espera de poder lanzar sus palabras previstas. A cuerpo descubierto, como pasó en el anterior debate a cuatro, la vulnerabilidad de los participantes les obliga a pugnar, como gladiadores de las demagogias y con unos moderadores más incisivos. Hasta el socialdemócrata Pablo Iglesias se contagió del ambiente Telediario 1972 de este lunes. Sólo faltaba Mariano Medina con las pegatinas en el mapa meteorológico.

La dificultad para formar gobierno, con el equilibrio diabólico de fuerzas, se trasluce en el reparto de la audiencia. Los espectadores se decantaron por mayoría por La Sexta (la cadena favorita del votante de Unidos Podemos), 2,6 millones, 14,1%; pero a escasa distancia de La 1, cadena muy del votante de PP o de Ciudadanos, 2,4 millones, 13,2%; mientras que Telecinco, con un claro perfil de clase media en su audiencia, reunía a 2,2 millones, 12,1%. Antena 3, que bien podría identificarse con el PSOE y un PP centrista, fue cuarta opción con 2 millones y 11%. Ese abanico audiovisual apretado revela la propia complicación política.

Andalucía, siempre por libre, dio su mayoría a Antena 3, 381.000, 12,1%; Telecinco (que en estos meses está logrando su récord histórico de audiencia entre los andaluces), 355.000, 11,3% y La Sexta, 330.000, 10,5%. Las cadenas públicas fueron las perdedores en el debate a cuatro. La 1 en Andalucía anotó 202.000, 10,5% y Canal Sur 155.000, 5,9% (222.000,7,1% en las dos horas de debate en Canal Sur y Andalucía TV). En un contenido idéntico y de carácter institucional la pública andaluza estuvo entre la cuarta y quinta opción: un lugar impropio para una cadena de proximidad como la autonómica. Los datos del lunes revelan que la RTVA pasa por su peor momento de conexión e identificación con su gente.

En total 1.710.000 andaluces aguantaron hasta las doce y media, un 54,7%, share, por debajo de la media nacional, con un 12% interesado en una marcianada, la película de Cuatro, John Carter, opción para 342.000 andaluces.

En Madrid, líder de esta clasificación, el debate llegó a interesar a un 63,2% del público, con más de 1,7 millones de espectadores. En Cataluña (su autonómica no retransmitía el programa de la Academia) fue a su vez la comunidad con menos incidencia, con un 49,4%, aunque fueron 1,4 millones de seguidores.

Por edades, la cuota más alta fue entre los mayores de 64 años, lo habitual, con 3,3 millones de fieles; de 45 a 64 años, caladero de indecisos, fueron 3,8 millones, 57,3%. Entre datos curiosos, los 159.000 niños, un 27,7% de los que estaban despiertos a estas deshoras, que vieron el espacio al completo, junto a 587.000 jóvenes (mayores de 13 años), la mitad de los que estaban a esa hora viendo el debate y no sus habituales películas o series.

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